Adam Christian Johnson, de 36 años, fue capturado en Florida, tras varios días prófugo
La Policía de Florida ha detenido al asaltante fotografiado el miércoles durante el asalto al Capitolio y mientras llevaba consigo, saludando a la cámara, el atril de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Adam Christian Johnson, de 36 años, fue fichado poco después de las 21. del viernes y está detenido con una orden federal a la espera de juicio, según los registros de la cárcel, informa el ‘Tampa Bay Times’.
Además de la foto viral que lleva el atril, Johnson también transmitió un vídeo en vivo por Facebook mientras caminaba por los pasillos del Capitolio. Su página de Facebook fue posteriormente eliminada.Adam Johnson, arrestado
Johnson vive en Parrish con su esposa y cinco hijos, según el ‘Bradenton Herald’ y llevaba dos días prófugo a tras ser identificado por sus vecinos como el hombre que robó el atril de Pelosi y protagonizó una de las imágenes más icónicas del asalto al Capitolio.
Este viernes fue detenido otra cabeza visible de la turba que entró en el Congreso: el hombre que se fotografió en el escritorio de Pelosi, identificado como Richard Barnett y procedente de Arkansas, en la localidad de Little Rock, ubicada en su estado de procedencia.Un seguidor de Donald Trump, identificado como Richard Barnett, se sienta en el escritorio de la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, luego de irrumpir en el Capitolio estadounidense durante protestas el 6 de enero, en Washington (Estados Unidos). EFE/ JIM LO SCALZO
Barnett, cuya fotografía en el escritorio de Pelosi también se hizo ‘viral’, ha sido acusado de entrar y permanecer conscientemente en un edificio con acceso restringido sin autorización, irrupción violenta y conducta escandalosa en el territorio del Capitolio y robo de propiedad pública, según ha informado la cadena de televisión CNN.
Cinco muertos
Las autoridades identificaron a las a cinco personas que murieron el miércoles durante el asalto al Capitolio de Estados Unidos. Se trata de un hombre de 34 años de Georgia, otro de 50 años de Pensilvania, otro de 55 años de Alabama, Ashli Babbitt, la mujer de 35 años de California que era veterana de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y el policía Brian D. Sicknick
La confirmación de la muerte de Sicknick se da después de varias horas de confusión y rumores sobre su posible fallecimiento. El agente resultó herido durante el asalto Capitolio.
“Aproximadamente a las 9:30 de esta noche (02:30 GMT del viernes), el agente de la Policía del Capitolio Brian D. Sicknick falleció debido a heridas que sufrió cuando estaba trabajando” en el asalto al Congreso, indicó un portavoz de ese cuerpo policial en un comunicado.
Sicknick resultó herido “mientras se enfrentaba físicamente a los manifestantes” que invadieron el Congreso, y sufrió un “colapso” cuando volvió a su oficina, por lo que le trasladaron al hospital, explica la nota.
El agente llevaba trabajando para la Policía del Capitolio desde 2008, según la agencia policial, que aseguró que está investigando lo ocurrido.
Por su parte, Babbitt murió de un disparo en el pecho de un policía dentro del Capitolio y las otras tres personas fallecieron después de “emergencias médicas”, explicó Robert Contee, jefe del Departamento de Policía Metropolitana de Washington DC.
Los nombres de los tres hombres muertos por emergencias médicas aún no han trascendido.
Juicio político
La mayoría demócrata en la Cámara Baja de Estados Unidos inició este viernes los preparativos para someter a un segundo juicio político a Trump, aunque ese proceso no comenzaría probablemente en el Senado hasta que el mandatario electo, Joe Biden, esté ya en el poder.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, no ha dado todavía la luz verde definitiva a la presentación del cargo preparado para el juicio político, que acusaría a Trump de “incitar a una insurrección” de sus seguidores antes del asalto al Capitolio del pasado miércoles. Sin embargo, Pelosi aseguró este viernes en una carta a sus colegas que iniciaría el proceso de juicio político (“impeachment”) si Trump no dimitía de forma “inmediata”, algo que parece muy improbable.
El texto que han circulado los demócratas, obtenido por la cadena CNN, acusa a Trump de “incitar deliberadamente la violencia” al pedir a sus seguidores que marcharan hasta el Capitolio para interferir en el proceso de ratificación en el Congreso de la victoria de Biden.
Al alentar la insurrección de sus seguidores, Trump “puso en grave peligro la seguridad de los Estados Unidos y sus instituciones de Gobierno”, indica el texto. “Amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió en la transición pacífica de poder, y puso en peligro una rama de Gobierno. Por tanto, traicionó su confianza como presidente, con los daños manifiestos consiguientes al pueblo de los Estados Unidos”, añade.
Este sería el segundo juicio político al que los demócratas someten a Trump, después del relacionado con sus presiones a Ucrania, que concluyó a principios del año pasado con su absolución en el Senado.
Pelosi también ha dejado abierta la opción de impulsar un proyecto de ley que crearía una comisión para ayudar a decidir si un presidente es “capaz” de gobernar, pero destituir a Trump por esa vía requeriría el visto bueno del vicepresidente Mike Pence, que por ahora se ha negado a actuar.
La propuesta busca crear un nuevo mecanismo para cumplir lo establecido en la Enmienda 25 de la Constitución, que indica que el vicepresidente puede reemplazar al presidente si declara por escrito que ese mandatario “es incapaz” de desempeñar el cargo.
Para ello, el vicepresidente debe contar o bien con una mayoría del gabinete o bien de “otro tipo de órgano que el Congreso pueda crear mediante ley”, algo que ahora no existe y que el proyecto de ley busca crear, aunque esa medida no tendría efecto sin la complicidad de Pence.
Antes de que Twitter suspendiera definitivamente su cuenta personal, Trump anunció este viernes que no asistirá a la investidura de Biden, quien celebró esa decisión del mandatario saliente. “Esta es una de las pocas cosas en las que él y yo hemos estado jamás de acuerdo. Es algo bueno, que no venga”, aseguró Biden.