Así lo anunció el presidente Emmanuel Macron en una conferencia de prensa. Cerrarán los bares, restaurantes y negocios no esenciales. No obstante, a diferencia del confinamiento de dos meses impuesto entre marzo y mayo, las escuelas permanecerán abiertas
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este miércoles un endurecimiento de las restricciones sanitarias a nivel nacional para intentar controlar la segunda ola de COVID-19 en el país. La medida entrará en vigor el próximo viernes y se extenderá “al menos hasta el 1 de diciembre”.
En concreto, deberán cerrar los restaurantes y negocios no esenciales. No obstante, a diferencia del confinamiento de dos meses impuesto entre marzo y mayo, las escuelas permanecerán abiertas con “protocolos sanitarios reforzados”. En contraste, las instituciones de educación superior deberán pasar a operar de manera virtual.
“Donde sea posible, el teletrabajo volverá a ser generalizado. Pero, y esta es una segunda diferencia a lo que sucedió en la primavera (boreal) las oficinas de servicios públicos permanecerán abiertas”, precisó el mandatario.
No se cerrarán las fronteras dentro de la Unión Europea, pero, salvo excepciones, sí estarán prohibidos durante este período de tiempo los viajes al país desde fuera del organismo supranacional.
Macron explicó que “confinar únicamente a los adultos mayores no será una medida eficiente porque el virus continuaría circulando demasiado rápido”. “Nunca dejaremos que mueran cientos de miles de ciudadanos. Estos no son nuestros valores. Tampoco es algo de nuestro interés”, expresó.
Y agregó: “No creo en la oposición entre salud y economía que algunos quieren establecer”.
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