El mandatario estadounidense solicitó a las autoridades sanitarias que aceleren los plazos para que la hidroxicloroquina y la azitromicina puedan ser usadas en los tratamientos contra el Covid-19
Donald Trump instó este sábado a las autoridades médicas a que pongan en uso dos fármacos que, juntos, “tienen una verdadera oportunidad de ser uno de los mayores puntos de inflexión en la historia de la medicina”, según afirmó en su cuenta de Twitter, en el marco de los esfuerzos por enfrentar la pandemia de coronavirus.
El mandatario hizo referencia al medicamento antimalárico hidroxicloroquina y el antibiótico azitromicina. “La FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) ha movido montañas, ¡gracias! Ojalá ambas sean puestas en uso inmediatamente”, añadió. En ese sentido de urgencia, añadió: “La gente está muriendo, actúen pronto”.
Hasta ahora, la pandemia roza los 20 mil contagiados en EEUU, donde ya murieron al menos 260 personas, según el último balance de la universidad Johns Hopkins.
El jueves, Trump adelantó su optimismo sobre la hidroxicloroquina. “Es una droga para la malaria, que se usa también para una artritis muy seria, que es muy poderosa y está allí desde hace tiempo, así que sabemos que si las cosas no salen como lo planeamos no va a matar a nadie. Con una droga nueva eso no se sabe. Esta droga ha demostrado resultados muy alentadores. Vamos a hacer que esté disponible casi de inmediato”, adelantó.
Pero algunos expertos se muestras de momento cautelosos por la ausencia de datos clínicos sólidos y públicos. En medio de cierta confusión, Trump aseguró que el tratamiento ya había sido “aprobado” por la FDA, el organismo que supervisa la comercialización de medicamentos en Estados Unidos.
La FDA matizó sin embargo las afirmaciones del mandatario, limitándose a señalar que el fármaco ya fue efectivamente aprobada para el tratamiento de la malaria y la artritis, aunque no para el coronavirus.
“El presidente nos pidió analizar de cerca este medicamento. Queremos hacerlo implementando un ensayo clínico extendido y pragmático para obtener informaciones y responder a todas las interrogantes que se plantean”, dijo el director de la FDA, Stephen Hahn.
Éste señaló además que si bien la FDA está dispuesta a “eliminar todos los obstáculos” para acelerar las innovaciones también tiene la “responsabilidad” de “garantizar que los productos sean seguros y eficaces”.
Hahn también ha detallado que la vacuna para prevenir el coronavirus que se desarrolla en EEUU, en un ensayo clínico en la ciudad de Seattle, “tardará 12 meses” en estar lista, lo que se ajusta al extremo más optimista del rango de año o año y medio que había dado hasta ahora el Gobierno. La previsión va en la línea de lo que han señalado directivos de la industria farmacéutica, que este día estimaron que una vacuna contra el coronavirus, en la que numerosas compañías están trabajando simultáneamente en distintas partes del mundo, no podrá ser desarrollada y comercializada antes de 12 a 18 meses.
Como parte de las medidas de prevención, California, el Estado de Nueva York, Nueva Jersey, Illinois, Pensilvania y Nevada han decretado la suspensión de todas las actividades no esenciales, pese a que el confinamiento total del país ha sido descartado por el presidente Donald Trump por el momento.
Las tres grandes ciudades del país, Nueva York, Los Ángeles y Chicago, están en cuarentena y cerca de 100 millones de personas encerradas en sus casas.
El jefe del cuerpo de ingenieros del ejército estadounidense, Todd Semonite, dijo que trabaja para reconvertir más de 10.000 habitaciones de hotel y dormitorios comunes en Nueva York en hospitales temporarios para aliviar la carga de clínicas y sanatorios.
El viernes, Trump también anunció que Estados Unidos y México acordaron restringir los viajes no esenciales a través de su frontera desde el sábado. La decisión, similar a la ya anunciada con Canadá, es necesaria para impedir “que se extienda la infección a nuestros agentes fronterizos, migrantes y al público en general”.
En el Congreso, los legisladores negocian un inmenso paquete de estímulo de emergencia de un billón de dólares para ayudar a los estadounidenses más afectados por el virus.
La versión revelada el jueves incluye una ayuda única de hasta 1.200 dólares para adultos que ganen menos de 99.000 dólares anuales, y miles de millones de dólares en garantías de préstamo para industrias afectadas por la crisis, incluidas las aerolíneas.