El domingo hubo un levantamiento en la prisión de Módena tras la prohibición de visitas de familiares para frenar la difusión del brote. AHora estallaron protestas en 27 instituciones penitenciarias, incluidas las de Milán, Palermo y Nápoles
Los motines continuaban este lunes en las cárceles italianas, tras la prohibición de visitas de familiares como parte de las medidas para frenar la difusión del coronavirus, que ya suma 366 muertos y 6.387 contagiados, sobre todo en el norte del país.
Después del levantamiento de ayer en la prisión de Módena, estallaron protestas en 27 instituciones penitenciarias italianas, según el sindicato de policías de la prisión.
Se está resolviendo un motín en la prisión de Foggia, en la región de Apulia (sur), donde unos 50 detenidos lograron escapar y fueron capturados poco después por la policía. Gracias a la mediación de un oficial de policía, los detenidos regresan a las celdas. El cuerpo de bomberos apagó el incendio que comenzó frente a la entrada de la prisión. Sin embargo, la prisión sigue cercada por la policía, mientras medios italianos dieron cuenta de 6 muertos. PlayLos presos huyeron de la cárcel de Foggia
Los detenidos exigieron ser indultados y mayores garantías de seguridad contra el coronavirus. Algunos familiares de los detenidos que estaban en la plaza exterior les habían pedido a los reclusos que regresaran a sus celdas. PlayLa policía recapturó a varios presos en la cárcel de Foggia
Desde esta mañana se ha producido un motín también en la prisión de San Vittore en Milán y algunos reclusos se han subido al techo del complejo, al grito de “¡Libertad!” y pidiendo ser indultados. PlayLos presos prendieron fuego las celdas en San Vittore, en Milán
Un intento de escape también tuvo lugar en la prisión del Ucciardone en Palermo. Algunos detenidos en protesta por detener las visitas a la prisión por la emergencia del coronavirus intentaron escalar la cerca de la prisión para intentar escapar. El intento fue bloqueado por la policía de la prisión. Ayer por la tarde una protesta también tuvo lugar en Pagliarelli, la segunda prisión en Palermo.
El primer motín ocurrió ayer en la cárcel de la ciudad de Módena (norte), donde seis presos murieron en medio de una revuelta surgida como protesta por las restricciones por la crisis del coronavirus.
Fuentes del Ministerio de Justicia confirmaron las muertes en Módena pero avisaron de que pueden que no estén vinculadas directamente a la revuelta. Según medios italianos, no se han encontrado en los cadáveres señales de lesiones físicas, por lo que se teme que hayan muerto por el abuso de sustancias estupefacientes que los presos habrían sustraído de la enfermería durante los disturbios.
En el decreto el Ejecutivo “recomienda limitar los permisos de libertad vigilada o modificar las disposiciones para evitar la entrada o salida de las cárceles”.
La protesta arrancó en la tarde del domingo por la prohibición de visitas a los parientes, según las mismas fuentes, y causó graves daños en el edificio, por lo que este lunes se ha trasladado a los reos a otras instalaciones.
En la jornada de ayer motines se han sucedido en las prisiones italianas, una de las más importantes la de Pavia (norte), sofocada en la noche del domingo, donde los presos del centro de Torre del Gallo tomaron a dos policías como rehenes y liberaron a varios reos.
Las protestas también se han producido en las penitenciarías de Nápoles, Salerno, Frosinone, Foggia y Bari, en el sur, y también en las de Alessandria y Vercelli, ambas ciudades en las nuevas zonas aisladas por el Ejecutivo, en la región norteña de Piamonte. En Alessandria y en Verona, en el Veneto, dos presos murieron, también por el abuso de sustancias estupefacientes que los presos habrían sustraído de la enfermería durante los disturbios.
Para el secretario general del Sindicato Autónomo de la Policía Penitenciaria (SEPPE), Donato Capece, se trata de “intentos para instrumentalizar las decisiones del Gobierno” para “destruir celdas y enteras prisiones”.
En la prisión napolitana de Poggioreale unos mil reos se amotinaros y causaron destrozos hasta inhabilitar por completo el ala derecho del edificio, animados desde fuera por sus parientes, denuncia la Organización Sindical Autónoma OSAPP en un comunicado.
Los desperfectos suman “cientos de miles de euros” y la revuelta fue sofocada gracias a la intervención de cientos de agentes llegados incluso de otros lugares, explica el secretario del OSAPP, Leo Beneducci.