El ejército estadounidense ha estado llevando a cabo ataques letales contra lo que funcionarios de la administración Trump han dicho que eran barcos que transportaban drogas.
El Reino Unido ha dejado de compartir información de inteligencia sobre presuntos barcos de contrabando de drogas en el Caribe debido a preocupaciones sobre la legalidad de los recientes ataques militares estadounidenses , según informaron a NBC News dos fuentes con conocimiento del asunto.
Un portavoz del gobierno británico en Londres se negó a comentar directamente si el Reino Unido había suspendido el intercambio de información con Washington
“Nuestra política de larga data es no hacer comentarios sobre asuntos de inteligencia”, dijo el portavoz de Downing Street en un correo electrónico. “Estados Unidos es nuestro aliado más cercano en materia de seguridad e inteligencia. Continuamos trabajando juntos para mantener la paz y la seguridad mundiales, defender la libertad de navegación y responder a las amenazas emergentes”.
CNN informó primero sobre la suspensión del intercambio de inteligencia sobre buques de narcotráfico en América Latina.
La CIA se negó a hacer comentarios. El Pentágono no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios el miércoles
Gran Bretaña es el socio de inteligencia más importante de Estados Unidos en una alianza de espionaje de cinco democracias de habla inglesa conocida como “Cinco Ojos”, que también incluye a Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
Gran Bretaña, Francia y los Países Bajos tienen territorios en el Caribe y han trabajado durante mucho tiempo con Estados Unidos y otros gobiernos regionales para tratar de frenar el narcotráfico. En la última década, el contrabando de cocaína a Europa desde Sudamérica a través del Caribe se ha disparado, según informes gubernamentales y expertos
Exabogados militares, expertos legales y demócratas en el Congreso dicen que los ataques violan las leyes internacionales y estadounidenses que prohíben el uso de la fuerza militar contra civiles. Argumentan que las bandas de narcotraficantes no cumplen con el estándar legal de un grupo armado en guerra con Estados Unidos.
El tema de los ataques militares estadounidenses contra supuestos barcos de narcotráfico surgió durante una reunión en Canadá de ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Siete, según declaró Kaja Kallas, jefa de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, a NBC News.
El secretario de Estado Marco Rubio negó el miércoles que Gran Bretaña hubiera dejado de compartir información de inteligencia. También dijo que sus homólogos no mencionaron la campaña militar estadounidense en América Latina ni el apoyo de inteligencia a la operación durante las conversaciones.
“Conmigo no, nadie lo mencionó”, dijo Rubio a los periodistas después de la reunión en Niagara-on-the-Lake, cerca de la frontera con Estados Unidos.
“No surgió ni una sola vez”, dijo Rubio
Añadió: “Una vez más, nada ha cambiado ni ocurrido que impida de ninguna manera nuestra capacidad para hacer lo que estamos haciendo, ni le estamos pidiendo a nadie que nos ayude con lo que estamos haciendo, en ningún ámbito. Y eso incluye al ámbito militar.”
Al preguntársele sobre las preocupaciones europeas acerca de si Estados Unidos se estaba adhiriendo al derecho internacional con sus ataques a barcos, Rubio dijo que le correspondía a Estados Unidos salvaguardar su seguridad.
“No creo que la Unión Europea pueda determinar qué es el derecho internacional. Lo que ciertamente no pueden determinar es cómo Estados Unidos defiende su seguridad nacional”, dijo Rubio.
“Estados Unidos está siendo atacado por el crimen organizado y los narcoterroristas en nuestro hemisferio, y el presidente está respondiendo en defensa de nuestro país.”
Al preguntársele si el gobierno canadiense está ocultando información de inteligencia a Washington sobre el narcotráfico en América Latina, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Anita Anand, declaró a los periodistas el miércoles: “Estados Unidos ha dejado claro que está utilizando su propia inteligencia. No tenemos ninguna participación en las operaciones a las que se refería”.
El servicio de inteligencia de Canadá no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Los aliados de la OTAN han dicho poco públicamente sobre la campaña militar del presidente Donald Trump en el Caribe y el Pacífico, que marca la primera vez que un comandante en jefe estadounidense ha tratado a los narcotraficantes como un adversario militar en “guerra” con Estados Unidos
Sobre la legalidad de los ataques, un portavoz del primer ministro británico Keir Starmer declaró el martes a los periodistas: “Las decisiones al respecto son asunto de Estados Unidos. Las cuestiones relativas a si algo contraviene o no el derecho internacional son competencia de un tribunal internacional competente, no de los gobiernos”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, expresó el martes su preocupación por la base legal de los ataques militares estadounidenses.
“Hemos seguido con preocupación los ataques llevados a cabo por Estados Unidos en aguas internacionales, en desprecio del derecho internacional y del derecho del mar”, declaró Barrot al periódico francés La Journal du Dimanche .
Barrot añadió que “no podemos permitir que estas redes criminales sin ley prosperen” y que “Francia no duda en desplegar sus recursos militares para interceptar embarcaciones de narcotraficantes, en estrecha cooperación con los países implicados…”.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó el mes pasado que no existe justificación para los ataques según el derecho internacional.
“Estos ataques, y su creciente coste humano, son inaceptables. Estados Unidos debe detener tales ataques y tomar todas las medidas necesarias para evitar la ejecución extrajudicial de personas a bordo de estos barcos, cualquiera que sea la conducta delictiva que se les impute”, declaró Türk en un comunicado
Sin embargo, la administración Trump sostiene que los cárteles de la droga representan una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos al transportar narcóticos a Estados Unidos que cobran decenas de miles de vidas cada año. La administración ha calificado a varios cárteles de Venezuela, México y otros países como organizaciones terroristas extranjeras.
Los ataques, que comenzaron a principios de septiembre, han matado al menos a 75 personas, según cifras anunciadas por el Pentágono.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ordenó el martes a las fuerzas de seguridad de su país que dejaran de compartir información de inteligencia con Washington hasta que la administración Trump detuviera los ataques contra presuntos narcotraficantes en el Caribe.
En una publicación en X, Petro escribió que las fuerzas armadas de Colombia deben terminar de inmediato las “comunicaciones y otros acuerdos con las agencias de seguridad estadounidenses ”.
La administración Trump ha retratado a Petro como alguien que no ha logrado reprimir a los narcotraficantes y ha criticado su decisión de no extraditar a Estados Unidos a los líderes rebeldes colombianos involucrados en el narcotráfico
