El número de personas durmiendo en el sistema de refugios de la ciudad de Nueva York subió 53% este año fiscal, impulsado por el aumento de inmigrantes. La alcaldía ha abierto más de 210 sitios a un costo mil millonario y algunos han sido escenario de violencia, elevando pedidos de deportación
El número de personas en el sistema de refugios de la ciudad de Nueva York subió 53% al comenzar este año fiscal, impulsado por el incesante aumento de inmigrantes, según el informe preliminar de gestión del alcalde Eric Adams publicado el martes.
Muchos refugios han sido escenario de violencia, adentro y alrededor, incluyendo el homicidio de un joven de 24 años acuchillado en una pelea en la fila de comida en Randall’s Island a principios de enero, por el cual tres hispanos han sido acusados.
Además el pasado fin de semana cinco inmigrantes fueron acusados de dar una paliza a dos policías en Times Sq, meca turística mundial. Los sospechosos quedaron libres gracias a la reforma penal, generando una indignación tal que la gobernadora Kathy Hochul anunció la posibilidad de que sean deportados.
“Si alguien comete un delito contra un oficial de policía en el estado de Nueva York y no está aquí legalmente, definitivamente vale la pena investigarlo”, dijo Hochul. “Estos son agentes del orden que nunca, bajo ninguna circunstancia, deberían ser sometidos a agresión física”, añadió. “Está mal en todos los sentidos y espero que los jueces y fiscales hagan lo correcto”.
El informe de la alcaldía sobre el colapso en los refugios compara los datos y el desempeño de las agencias de la ciudad durante los primeros cuatro meses del actual año fiscal (julio a octubre de 2023) con el mismo período de 2022.
La subida de 53% en la población promedio diaria en los refugios de NYC está “impulsada por el aumento sin precedentes de personas entrantes, principalmente solicitantes de asilo que representaron más de la mitad de todos los entrantes durante el período”, dijo el Departamento de Servicios para Personas sin Hogar (DHS) en su evaluación trimestral incluida en el informe de 432 páginas.
Hubo un promedio de 83,985 personas en refugios administrados por la ciudad por día durante el período trimestral en comparación con 54,738 personas en 2022, destacó New York Post.
“El flujo de solicitantes de asilo a la ciudad de Nueva York impulsó un aumento del 147% en las entradas a refugios para familias con niños y una subida del 185% en las entradas a refugios para familias adultas”, dice el informe. El reporte agregó que en cambio el número de adultos solteros que ingresan a los refugios administrados o supervisados por el DHS cayó 13% en comparación con hace un año.
El alcalde Adams anunció en julio un límite de 60 días en los refugios y lo redujo a 30 días en septiembre para brindar alivio al sistema colapsado, aunque el informe no cita explícitamente que las restricciones de tiempo estimulen las estadías más cortas.
La ciudad de Nueva York ha abierto más de 210 sitios de refugio de emergencia para albergar a más de 170,700 migrantes desde que comenzó la crisis fronteriza en 2022, según funcionarios. Más de 100 hoteles se han convertido en refugios de emergencia, a un costo estimado que supera los mil millones de dólares.
La crisis migratoria ha marcado los dos años de la gestión de Adams, en medio de una batalla política nacional entre demócratas y republicanos. Se estima que entre abril de 2022 y diciembre de 2023 NYC gastó aproximadamente $3.5 mil millones de dólares en alojamiento y servicios para las más de 164,500 personas que pasaron por el centro de admisión de la ciudad.
En septiembre el alcalde Adams declaró que la llegada masiva de inmigrantes “destruirá” a la ciudad. La situación ha provocado, según sus propias palabras, recortes de gastos “extremadamente dolorosos” que afectarán a millones de neoyorquinos y obstaculizarán a todas las agencias municipales alegando la falta de recursos del gobierno de Joe Biden.
A principios de enero la ciudad de Nueva York demandó por $708 millones de dólares a 17 empresas de transporte y autobuses chárter para recuperar parcialmente los costos de la crisis migratoria por el envío masivo de indocumentados desde la frontera sur en Texas.
