Japón registró el lunes un terremoto con una magnitud de 7,6 en la región central del país, el cual activó alertas de tsunami y llevó a miles de personas a refugiarse en albergues.
Hasta el momento se confirmó la muerte de al menos 62 personas.
Un número indeterminado de personas se encuentran atrapadas bajo los escombros de edificios derrumbados en varias localidades.
El terremoto se produjo alrededor de las 16:10 hora local (07:10 GMT). Momentos después, se habían emitido advertencias de tsunami que luego fueron desactivadas.
Posterior al terremoto hubo al menos 60 replicas.
Derrumbes y evacuados
Es poco probable que se conozca el alcance total de los daños hasta el martes por la mañana, pero los daños en las infraestructuras son evidentes.
El martes, el número de fallecidos había ascendido a 63, según la emisora pública NHK.
Las autoridades de la ciudad de Suzu, en la prefectura de Ishikawa, reportaron el derrumbe de varias casas y postes eléctricos, según la cadena nacional NHK.
Las principales autopistas cercanas al epicentro del sismo fueron cerradas y más de 36.000 hogares se quedaron sin suministro eléctrico, según la empresa Hokuriku Electric Power.
El excorresponsal de la BBC en Japón, Rupert Wingfield-Hayes, que informaba desde Taiwán, dijo que cientos de metros de la principal autopista entre las ciudades de Toyama y Kanazawa habían quedado destrozados por deslaves.
Un video grabado en Uchinada, también en la prefectura de Ishikawa, mostraba la superficie de una carretera ondulada y agrietada. También hubo daños en el santuario de Onohiyoshi, en Kanazawa.
Miles de personas fueron llevadas a centros de evacuación para pasar la noche del lunes.
La televisión pública proyectó un gráfico en letras grandes de “EVACUAR”, exhortando a los residentes de huir a zonas más elevadas a pesar del tiempo invernal.
Los residentes también han publicado videos del terremoto desde sus casas y desde el interior de estaciones del metro.
Inicialmente fue emitida una alerta de tsunami importante para la zona costera de Noto en Ishikawa, cerca del epicentro del terremoto, y las autoridades dijeron que las olas podrían alcanzar alturas de 5 m.
Los informes locales dijeron que esta era la primera advertencia de este tipo en Japón desde 2011, cuando un poderoso terremoto arrasó el noreste y desató olas de hasta 40 metros de altura.
Las olas que azotaron el lunes la costa del Mar de Japón en Ishikawa no tenían mucho más de un metro de altura.
Posteriormente, la alerta se redujo a simplemente una advertencia y luego a un aviso. Las prefecturas cercanas de Niigata y Toyama también estaban en alerta.
Sin daños en plantas nucleares
La mayor empresa operadora de energía nuclear, Kansai Electric, anunció que no se ha registrado “ninguna anormalidad” en las plantas nucleares de la zona afectada.
No se han reportado irregularidades en las plantas nucleares a lo largo del mar del Japón, según la autoridad nuclear reguladora.
Estas incluyen cinco reactores activos en Ohi y Takahama, de Kansai Electric, y las plantas en la prefectura de Fukui.
La planta Shika de Hokuriku, en Ishikawa, la más cercana al epicentro del terremoto, ya había apagado sus dos reactores antes del sismo para realizar una inspección de rutina y no muestra señales de impacto, indicó la agencia.
Las decenas de réplicas desde el primer terremoto de magnitud 7,6 en la región de Noto tuvieron magnitudes entre 3 y 6,1.
En 2011, el mayor terremoto jamás registrado en Japón, con una magnitud de 9,0, sacudió la costa este del país y generó un tsunami que mató a más de 18.000 personas y borró pueblos enteros del mapa.
También causó el colapso de la planta nuclear de Fukushima, en la costa este de la isla, cuyos devastadores efectos todavía se sienten.