Al exmandatario, destituido el miércoles por el Congreso, se le abrió una investigación por el presunto delito de rebelión.
El Poder Judicial de Perú decidió este jueves detener de forma “preliminar” al expresidente Pedro Castillo, investigado por el presunto delito de rebelión, luego que anunciara el miércoles la disolución del Congreso y otra serie de medidas, que fueron respondidas por parlamento con su destitución a la Jefatura de Estado por “incapacidad moral”.
La decisión contra Castillo fue tomada por el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria, a cargo del juez Juan Carlos Checkley, a solicitud de la Fiscalía peruana.
De acuerdo a la decisión judicial, el plazo de detención tiene como fecha de inicio el día 7 de diciembre y culminaría el próximo martes 13 de diciembre de 2022.
Por su parte, el Ministerio Público agregó que a Castillo también se le investiga por el posible delito de conspiración, que junto al de rebelión, los habría cometido en flagrancia.
En los alegatos presentados por la Fiscal Patricia
Benavides, para que el expresidente fuera detenido de forma “preliminar”, se fundamentan en que Castillo “presenta alto e inminente peligro de fuga, que
podía coadyuvar a que se sustraiga de la investigación de la justicia”.
La Fiscalía sostiene, según la resolución, que Castillo habría sido interceptado cuando se dirigía junto a su núcleo familiar a la Embajada de México “para asilarse”. Además, dice que esa “alta probabilidad” de presunta fuga “se infiere de la declaración del Canciller de México el mismo día”.