Allí se vendían los animales silvestres que habrían transmitido el SARS-CoV-2 a humanos por primera vez. Un equipo internacional de científicos analizó los datos disponibles, hizo estudios de genómica viral y trabajó con modelos de propagación de enfermedades
Ya más de 568 millones de personas fueron diagnosticadas con la enfermedad COVID-19 y más de 6,3 millones han fallecido. Se trata de una enfermedad causada por un virus, una especie de coronavirus, que era desconocido hasta enero de 2020.
El motivo de la emergencia de la enfermedad en China aún está en investigación. De acuerdo con dos artículos publicados esta semana en la revista Science, la pandemia comenzó a través de distintos contagios virales -al menos dos, pero quizá hasta dos docenas- de animales vivos vendidos y descuartizados a finales de 2019 en el mercado de mariscos de Wuhan, en China.
Los estudios fueron sometidos a cinco meses de revisión por parte de los autores. Muchos científicos han dado más peso a la hipótesis de que la enfermedad tiene un origen zoonótico y no un escape desde un laboratorio, y se han puesto a investigar. Hay pruebas de que la mayoría de las pandemias, incluido el brote de coronavirus del SARS de 2002-2003, han comenzado de esa manera.
Ahora, un equipo integrado por el científico Kristian Anderson, del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California, Estados Unidos, sostienen que múltiples líneas de pruebas, incluyendo la agrupación de los primeros casos de COVID-19 alrededor del mercado de mariscos de Wuhan, hacen que el origen en el mercado no sólo sea un escenario probable, sino el único que se ajusta a los datos.La pandemia comenzó a partir de animales vivos vendidos y descuartizados a finales de 2019 en el mercado de mariscos de Wuhan, en China. (Photo by NOEL CELIS / AFP)
En mayo de 2021, la revista Science había publicado una carta de 18 científicos pidiendo una investigación sobre el origen del virus que incluyera la exploración de la teoría de la fuga de laboratorio. Poco después, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pidió a sus agencias de inteligencia que investigaran todos los posibles orígenes de la pandemia. La revisión concluyó que el virus no era un arma biológica diseñada, pero no llegó a ninguna otra conclusión sobre su origen.
Entre los científicos que firmaron la carta a Science se encontraba Michael Worobey, virólogo evolutivo de la Universidad de Arizona, que consideraba que la tesis de la fuga del laboratorio merecía atención aunque no fuera el origen más probable. Pero Worobey no tardó en convencerse de que el virus salió del mercado. Ahora el doctor Worobey es el autor principal del nuevo trabajo que sostiene que el mercado fue el epicentro de la pandemia.
Los investigadores analizaron los datos de los primeros pacientes. Muchos de esos pacientes con el COVID-19 tenían vínculos directos con el mercado o vivían cerca. La geografía de la propagación temprana de la comunidad mostró que las infecciones se irradiaban hacia afuera desde las cercanías del mercado.La mayoría de los afectados por la pandemia se recuperan, pero 6,3 millones de personas han perdido la vida en todo el mundo (REUTERS/Aly Song)
Además, cuando se identificó por primera vez el mercado como lugar de un grupo de casos, los investigadores chinos tomaron muestras ambientales en busca de rastros del virus. Un número desproporcionado de rastreos positivos del virus procedía de la sección del mercado donde se habían vendido animales vivos, informa el nuevo estudio publicado en Science.
“El virus comenzó a propagarse en las personas que trabajaban en el mercado, pero luego empezó a extenderse en la comunidad local circundante, ya que los vendedores fueron a las tiendas locales, e infectaron a las personas que trabajaban en esas tiendas”, afirmó Worobey.
Worobey ya sospechaba el año pasado que la agrupación geográfica de los casos en el mercado y sus alrededores no podía explicarse como un “sesgo de comprobación”. Esto significa que la agrupación no era simplemente el resultado de que los investigadores hayan llamado a las puertas en esa zona después de que se detectara el brote del COVID-19 en el mercado. Tras la nueva investigación, Worobey considera que la fuga del virus desde un laboratorio es inverosímil.Según estudio publicado en Science, el coronavirus comenzó a propagarse en las personas que trabajaban en el mercado de Wuhan y luego se propagó en la comunidad local circundante (REUTERS/Aly Song/Archivo)
“Ahora sabemos que el mercado de Wuhan fue el epicentro de esta pandemia. Eso ya está establecido. Si otros quieren discutirlo, están adoptando un enfoque pseudocientífico”, dijo Worobey en una entrevista el martes. Aunque reconoce que si bien aún no tienen la prueba irrefutable como la muestra de un animal con el coronavirus en diciembre de 2019 en el mercado de Wuhan, “cuando lo pones todo junto, es la única teoría que realmente explica todos los datos”, afirmó.
Angela Rasmussen, viróloga de la Universidad de Saskatchewan en Canadá y coautora de uno de los nuevos trabajos, dijo al diario The Washington Post en un correo electrónico que estaba de acuerdo con Worobey: “No hay ninguna explicación alternativa que se ajuste a los hechos, por lo que cualquiera que intente dar una tendrá que convertirse en un experto en ignorancia voluntaria, en un contorsionista lógico o simplemente en un fabulista”.
El segundo artículo publicado el martes en Science informó que las pruebas genéticas y los modelos informáticos sugieren que el virus se extendió a la población humana no solo una vez, sino en múltiples ocasiones a finales de 2019.
El análisis genómico de los primeros casos muestra dos linajes distintos, llamados A y B, que tuvieron que provenir de derrames separados. Ambos linajes se encontraron en muestras ambientales tomadas en el mercado de Wuhan.En el mercado de Wuhan se vendían perros vivos, ratas, puercoespines, tejones, liebres, zorros, erizos, marmotas y Muntjac chino (REUTERS/Aly Song/Archivo)
El virus, según Andersen y otros virólogos que lo han estudiado, no parece haber sido manipulado o diseñado, y sus características genéticas podrían haberse producido a través de la evolución.
Los principales hallazgos de la investigación son:
– Es probable que la aparición del coronavirus que causa el COVID-19, tenga su origen en uno o varios de los 10 o 15 puestos del mercado de Wuhan que vendían perros vivos, ratas, puercoespines, tejones, liebres, zorros, erizos, marmotas y Muntjac chino (un ciervo pequeño). Las autoridades sanitarias y los investigadores detectaron al coronavirus en las jaulas de los animales, los carros y las rejillas de desagüe de esos lugares.
– Las únicas zonas en las que se propagaba el coronavirus en diciembre de 2019 eran los barrios situados a 800 kilómetros del mercado. Anteriormente, algunos investigadores habían sugerido que el virus fue llevado al mercado desde otro lugar de la ciudad y se propagó entre sus clientes. En cambio, los nuevos hallazgos sugieren firmemente que el coronavirus se originó en el mercado a través de la venta de animales vivos, y se extendió lentamente desde allí a los barrios cercanos y luego a la ciudad en general.
– En el mercado se detectaron dos variantes del virus del coronavirus. Esto sugiere que ambas variantes se originaron de forma independiente en el mercado y ayuda a confirmar la hipótesis de los investigadores de que la propagación temprana de la infección comenzó allí. Si el virus se hubiera originado en otro lugar, es más probable que se hubiera encontrado una sola variante.Los nuevos estudios publicados en Science no declaran el “caso cerrado” sobre el origen del coronavirus, sino que son útiles, según David Relman, profesor de medicina y microbiología de la Universidad de Stanford, Estados Unidos/Archivo
Pero aún no todos aceptan la evidencia científica. Jeffrey Sachs, economista de la Universidad de Columbia y sin experiencia en investigación sobre evolución viral, encabeza una comisión patrocinada por la revista Lancet que se espera que elabore un informe este otoño sobre la pandemia, incluido el origen del virus. Recientemente fue coautor de un artículo en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en el que pedía que se investigara el origen de la pandemia mediante una “investigación bipartidista del Congreso con plenos poderes de investigación”.
Después de que Science publicara los dos artículos, Sachs dijo en un correo electrónico que sigue siendo partidario de la teoría de la filtración en el laboratorio: “Las dos hipótesis que compiten, la del contagio natural y la de la creación en el laboratorio, son viables. Hay que compararlas directamente entre sí. En mi opinión, la hipótesis de la creación en el laboratorio es la más directa y creíble”.
Los nuevos trabajos no declaran el “caso cerrado”, sino que son útiles, señaló David Relman, profesor de medicina y microbiología de la Universidad de Stanford, que se encontraba entre los firmantes de la carta de 2021 a Science en la que se pedía una investigación de todos los posibles orígenes de la pandemia. Dijo que le gustaría ver un estudio forense igualmente exhaustivo de la hipótesis de la fuga de laboratorio. “No creo que podamos decir que ahora sabemos que empezó aquí. Creo que podemos decir que algo interesante ocurrió en esta parte de la ciudad”, dijo Relman.