Más de un millón de trabajadores siguen afectados por las suspensiones de sus contratos laborales, pero desde que comenzó la desescalada un total de 248,020 trabajadores que estaban suspendidos han regresado a las labores, de acuerdo a los datos que maneja el Ministerio de Trabajo.
El regreso parcial de las actividades económicas, luego de que el 20 de mayo el gobierno dominicano iniciara la reapertura económica, ha reactivado los contratos de miles de trabajadores, si bien el despacho laboral sigue recibiendo diariamente nuevas solicitudes de suspensiones de contratos laborales e incorporaciones de trabajadores en los planes de asistencia que puso en marcha el gobierno.
El nuevo coronavirus ha afectado a un total de 1,092,176 empleados debido al cese de operaciones no esenciales que rigió en el país entre el 19 de marzo y el 19 de mayo. De esa cantidad, unas 841,010 personas reciben subsidios gubernamentales a través del Fondo de Asistencia al Empleado (FASE) en la actualidad.
En abril, el primer mes en que el país estuvo casi totalmente cerrado para evitar la propagación del COVID-19, la economía dominicana se contrajo 29.8 %. El resultado acumulado para los primeros cuatro meses indica un retroceso de 7.5 %, de acuerdo a los datos del Banco Central.
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Los empresarios señalaron este lunes que están aplicando estrategias para sobrellevar la crisis sin afectar a los trabajadores. La vicepresidenta ejecutiva de la AIRD, Circe Almánzar, dijo en una entrevista televisada que los industriales están revisando procesos productivos que les permitan mantener las operaciones y los puestos de trabajo. Entre tanto, el presidente de la Asociación de Empresas e Industriales de Herrera, Leonel Castellanos, pidió al gobierno dominicano que aplique un paquete especial para acompañar a los empresarios en el proceso de reactivación.
La cantidad de trabajadores que en la actualidad tiene sus contratos suspendidos equivale a un 23 % de toda la población ocupada dominicana.
El recuerdo del bullicio
El cese de las operaciones no esenciales para evitar la propagación del nuevo coronavirus, aplicado entre el 19 de marzo y el 19 de mayo, generó el cierre temporal de cientos de negocios.
Wendy Aybar, encargada del tradicional restaurante El Conde, tiene expectativas positivas sobre el regreso de la actividad total al país y, sobre todo, del turismo. El establecimiento, encallado en la esquina El Conde de la Zona Colonial de Santo Domingo, sobrevive con los clientes que piden comida a domicilio, en medio de la soledad de un sector acostumbrado a recibir miles de turistas.
Aybar señala que varios trabajadores del restaurante tienen sus contratos suspendidos porque no hay clientes y, por lo tanto, no hay ingresos. Pero confía en que el regreso de los turistas a la Zona Colonial, pautado para el 1 de julio cuando reabran los aeropuertos, permita la recuperación del dinámico sector.
El turismo ha sido uno de los grandes afectados durante la crisis causada por el gran confinamiento. El Banco Central reportó que la actividad de hoteles, bares y restaurantes —en la que el turismo está incluido— retrocedió 34.1 % en abril.
“Si vuelve otra vez todo, puede ser que a los negocios les vaya mejor”, dice la encargada del restaurante.
Ese volver que espera Aybar está pautado para el 1 de julio, cuando preliminarmente se estima que comenzará la cuarta y última fase de la desescalada y que permitirá la reactivación de los aeropuertos, los restaurantes, los gimnasios y otras actividades.