
De acuerdo con las autoridades, el Black Hawk realizó una maniobra peligrosa que obligó a las otras aeronaves a abortar sus aterrizajes
El pasado jueves 1 de mayo, dos vuelos comerciales tuvieron que abortar sus aterrizajes en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington debido a una maniobra peligrosa realizada por un helicóptero Black Hawk del Ejército de los Estados Unidos. Este helicóptero, que estaba en ruta hacia el Pentágono, decidió tomar un “ruta panorámica” alrededor del edificio militar, lo que alteró el tráfico aéreo en una de las zonas más congestionadas del país. Según información de la Administración Federal de Aviación (FAA), los vuelos involucrados, un Airbus A319 de Delta Air Lines y un Embraer E170 de Republic Airways, recibieron instrucciones de realizar maniobras de “go-around”, es decir, abandonar su aproximación final y volver a intentar aterrizar.
El incidente ocurrió alrededor de las 2:30 p.m. hora local, cuando el helicóptero se acercó demasiado a las rutas de los aviones comerciales. Chris Senn, asistente del administrador de la FAA para asuntos gubernamentales e industriales, detalló que el helicóptero violó las normas de separación aérea, lo que provocó una “pérdida de separación” entre las aeronaves involucradas. Según un correo electrónico obtenido por Politico, la aeronave del Ejército se acercó a solo 640 metros y 61 metros de la aeronave de Republic Airways y a menos de 1.6 kilómetros y 122 metros de la de Delta Air Lines.
Este tipo de violación ha generado una fuerte respuesta del secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, quien calificó el incidente como “inaceptable” en su cuenta de X (anteriormente Twitter). Duffy, quien también expresó su preocupación por la tragedia aérea de enero, en la que un helicóptero Black Hawk chocó con un avión comercial, subrayó que se investigará por qué se ignoraron las normas de tráfico aéreo en una zona tan crítica. “La seguridad debe venir siempre primero”, afirmó Duffy, mientras exigía una revisión del caso con el Departamento de Defensa.
La respuesta del Ejército y la FAA
El incidente generó críticas por la tragedia ocurrida en enero en la que fallecieron 87 personas en el aeropuerto Reagan. (Eduardo Muñoz/Reuters)
El Ejército de Estados Unidos respondió al incidente a través de un comunicado de su portavoz, Capitana Victoria Goldfedib, quien aseguró que el helicóptero Black Hawk estaba siguiendo las rutas aprobadas por la FAA, y que el control de tráfico aéreo del Pentágono había solicitado realizar una maniobra de interrupción de aterrizaje para evitar cualquier posible accidente.
Esta acción fue parte de los procedimientos establecidos para asegurar la separación adecuada de aeronaves en un espacio aéreo congestionado. No obstante, esta justificación no ha calmado las críticas. El Consejo Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) y la FAA están llevando a cabo investigaciones para esclarecer los detalles y posibles fallos en los protocolos de seguridad.
Reacciones de figuras políticas
El secretario de Transporte, Sean Duffy, calificó el incidente como inaceptable y asegura que ya se investiga. (REUTERS/Elizabeth Frantz/File Photo)
Senadores como Maria Cantwell de Washington han expresado su indignación por la proximidad de este incidente con el choque mortal de enero. Cantwell calificó lo sucedido como “indignante”, y señaló que la misma brigada del Ejército estaba involucrada en ambos eventos.
Ted Cruz, senador republicano de Texas, también se sumó a las críticas, enfatizando que, gracias a una rápida respuesta de los controladores aéreos, se evitó lo que pudo haber sido una tragedia mucho mayor. Sin embargo, la preocupación sobre la seguridad del tráfico aéreo sigue creciendo, especialmente después de que en marzo la FAA implementara restricciones permanentes para los helicópteros en las rutas cercanas al aeropuerto Ronald Reagan debido a la colisión de enero.
La FAA y el NTSB continúan investigando el incidente de mayo. Se espera que las autoridades determinen con mayor claridad las causas del fallo en la separación de aeronaves y si las normas de seguridad fueron adecuadamente aplicadas. El secretario Duffy ha dejado claro que no permitirá más vuelos no esenciales de helicópteros en zonas congestionadas como la de Ronald Reagan, en un esfuerzo por prevenir futuros accidentes.