
Las lluvias torrenciales provocaron el desborde del río Guadalupe. Residentes y acampantes fueron arrastrados por el agua durante la noche
El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, dijo que “alrededor de 24” personas han fallecido debido a las inundaciones repentinas en Texas, durante una conferencia de prensa brindada a medios locales el viernes por la noche.
La tensión continúa en el campamento de verano para niñas tras la desaparición de más de 20 menores, mientras equipos de emergencia intensifican los rescates en el corazón de Texas Hill Country.
Las inundaciones, impulsadas por lluvias torrenciales que elevaron el nivel del río Guadalupe más de lo habitual, arrastraron a residentes y visitantes durante la noche.
Las precipitaciones alcanzaron los 25 centímetros, generando crecidas repentinas que pusieron a decenas de personas en situaciones extremas.
Los servicios de emergencia han logrado rescatar a 237 personas, incluidas 167 mediante helicóptero, esfuerzo que continúa mientras crece la preocupación por quienes no han sido localizados. El evento deja a la comunidad enfrentando una de las peores catástrofes recientes de la región.
El desastre sorprendió a la población durante la noche
El desastre dejó a la comunidad sin sistemas de alerta y con operaciones de rescate a contrarreloj. (Foto AP/Eric Gay)
Un medidor de nivel del río en Hunt registró un ascenso de 6.7 metros en solo dos horas, antes de dejar de funcionar al alcanzar los 9 metros, según el meteorólogo Bob Fogarty del Servicio Meteorológico Nacional.
“El agua se mueve tan rápido que no te darás cuenta de lo mala que es hasta que la tengas encima”, advirtió Fogarty.
La falta de sistemas de alerta agravó la situación
La muerte y la destrucción invaden Texas Hill Country tras graves inundaciones repentinas. (KSAT vía AP)
El juez Rob Kelly, máxima autoridad electa del condado, reconoció: “No tenemos un sistema de alerta”. Cuando se le preguntó por la ausencia de medidas preventivas adicionales, respondió: “No se preocupen, nadie sabía que se avecinaba este tipo de inundación”.
La alerta de inundación se activó durante la noche para al menos 30.000 personas, pero en muchos puntos las precipitaciones superaron cualquier previsión. El drama humano se reflejó en las redes sociales, donde familiares y amigos publicaron fotografías y súplicas para localizar a los desaparecidos. En la página de Facebook de la oficina del sheriff, la comunidad buscaba información sobre quienes quedaron atrapados en la zona anegada.
Los equipos de rescate se movilizan sin descanso
Equipos de rescate salvaron a 237 personas, incluidas 167 mediante helicóptero, pero continúan las búsquedas. (Foto AP/Eric Gay)
Los equipos de rescate, compuestos por al menos 400 personas, emplearon nueve equipos de rescate, 14 helicópteros y 12 drones para evacuar a los afectados, logrando salvar a 237 personas, incluidas 167 mediante helicóptero. Algunas víctimas fueron rescatadas de árboles, mientras que otras permanecen sin localizar.
Entre los desaparecidos figuran alrededor de 23 niñas del Campamento Mystic, que acogía a unas 750 menores. Las autoridades insisten en que se está haciendo “todo lo posible para encontrar a todos los que pudiéramos”. Los testimonios de los sobrevivientes ilustran la magnitud del desastre. Erin Burgess, residente de Ingram, relató cómo ella y su hijo de 19 años se aferraron a un árbol durante una hora, mientras su pareja y su perro fueron arrastrados por la corriente antes de reencontrarse.
“Por suerte, mide más de 1,80 metros. Eso fue lo único que me salvó: aferrarme a él”, explicó Burgess. En otro caso, Barry Adelman, de 54 años, narró cómo el agua obligó a toda su familia, incluida su abuela de 94 años y su nieto de 9, a refugiarse en el ático de su casa de tres pisos, donde el agua comenzó a filtrarse antes de retroceder. “Tenía que mirar a mi nieto a la cara y decirle que todo iba a estar bien, pero por dentro estaba muerto de miedo”, confesó Adelman.
La geografía de la región contribuye a la gravedad de las inundaciones
La geografía y la falta de absorción del suelo agravaron el impacto de las inundaciones en Texas Hill Country. (Foto AP/Eric Gay)
Austin Dickson, director ejecutivo de la Fundación Comunitaria de Texas Hill Country, explicó que la delgada capa de suelo impide la absorción del agua, que se desliza colina abajo y convierte al área en el valle fluvial más peligroso de Estados Unidos.
La economía local depende en gran medida del turismo fluvial y de los campamentos de verano, que atraen a niños de todo el país. “Generalmente es un río muy tranquilo con aguas cristalinas realmente hermosas que han atraído a la gente durante generaciones”, señaló Dickson.
El impacto de las tormentas no se limitó a Texas. En Nueva Jersey, el clima severo provocó la muerte de al menos tres personas, entre ellas dos hombres en Plainfield que fallecieron cuando un árbol cayó sobre su vehículo. Las autoridades locales suspendieron el desfile, el concierto y el espectáculo de fuegos artificiales del 4 de julio.