El hombre recibió tratamiento durante dos semanas, pero volvió a sufrir síntomas a dos días de salir del hospital. Los médicos certificaron que la enfermedad fue la causa directa del deceso
Un paciente de 36 años murió de insuficiencia respiratoria a causa del COVID-19 en Wuhan, capital de la provincia china de Hubei, cinco días después de haber sido dado de alta de uno de los hospitales construidos para contener el brote.
El sujeto, identificado como Li Liang, ingresó en el hospital el pasado 12 de febrero y fue dado de alta dos semanas después bajo la condición de permanecer en cuarentena durante 14 días, informó el diario South China Morning Post, que cita a medios locales.
Sin embargo, dos días después de salir del hospital, el hombre volvió a sentir algunos síntomas. El 2 de marzo fue enviado de nuevo al centro sanitario, donde certificaron su muerte el mismo día.
El certificado de defunción emitido por la comisión de salud de Wuhan indica que la causa directa de su muerte fue el COVID-19, según el rotativo.
Las muertes por el COVID-19 en China aumentaron en las últimas 24 horas en 31 personas (7 fallecimientos menos que en el recuento del día anterior) hasta sumar en total 3.012 fallecidos, informó la Comisión Nacional de Salud.
Todas las muertes del miércoles se registraron en la provincia de Hubei, de las cuales 23 se produjeron en Wuhan, que permanece en cuarentena desde el pasado 23 de enero. Se contabilizaron además 139 nuevos casos confirmados, 134 de ellos en Hubei, lo que eleva a 80.409 el número de infectados detectados en China.
Según los datos oficiales, 52.045 pacientes han sido dados de alta desde que comenzó la epidemia, y se ha realizado seguimiento médico a más de 669.025 personas que han estado en contacto cercano con los infectados, de las cuales 32.870 siguen bajo observación.
La prioridad del Gobierno chino es ahora “protegerse contra la importación” de contagios desde otros países tras varios días consecutivos con más nuevos casos de COVID-19 detectados fuera del país que en China, donde también ha crecido la preocupación por las recaídas.
Los síntomas del nuevo coronavirus son en muchos casos parecidos a los de un resfriado, pero pueden estar acompañados de fiebre y fatiga, tos seca y dificultad para respirar.