El ex mandatario falleció en su casa de Plains, estado de Georgia
El ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter murió este domingo a los 100 años en su casa de Plains, según le confirmó su hijo al diario The Washington Post.
Carter, que se encontraba en su hogar en cuidados paliativos, y votó en las pasadas elecciones, había recibido tratamiento por una forma agresiva de cáncer de piel tipo melanoma, con tumores que se habían extendido al hígado y al cerebro.
El Centro Carter dijo que el 39º presidente murió el domingo, más de un año después de ingresar en cuidados paliativos, en su casa de Plains, Georgia, donde él y su esposa, Rosalynn, fallecida en noviembre de 2023, vivieron la mayor parte de su vida.
Carter, un demócrata moderado ganador del Premio Nobel de la Paz, se presentó a las elecciones presidenciales de 1976 como un gobernador de Georgia poco conocido, con una amplia sonrisa, una efusiva fe baptista y planes tecnocráticos para un gobierno eficiente. Su promesa de no engañar nunca al pueblo estadounidense resonó tras la desgracia de Richard Nixon y la derrota de Estados Unidos en el sudeste asiático.
“Si alguna vez les miento, si alguna vez hago una declaración engañosa, no me voten. No merecería ser vuestro presidente”, dijo Carter.Jimmy Carter y su esposa Rosalynn saludan a la multitud tras el discurso del ex presidente antes de la Convención Nacional Demócrata de 2004, en el FleetCenter de Boston, Massachusetts (REUTERS/Brian Snyder)
La victoria de Carter sobre el republicano Gerald Ford, cuya fortuna cayó tras indultar a Nixon, se produjo en medio de las presiones de la Guerra Fría, los turbulentos mercados del petróleo y la agitación social en torno a la raza, los derechos de la mujer y el papel de Estados Unidos en el mundo. Entre sus logros figura la mediación para la paz en Oriente Medio, al mantener al Presidente egipcio Anwar Sadat y al Primer Ministro israelí Menachem Begin en Camp David durante 13 días en 1978.
Pero su coalición se dividió bajo una inflación de dos dígitos y la crisis de los 444 días de rehenes en Irán. Sus negociaciones acabaron devolviendo a casa con vida a todos los rehenes, pero en un insulto final, Irán no los liberó hasta la toma de posesión de Ronald Reagan, que le había derrotado en las elecciones de 1980.
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