Varias personas que se disponían a abordar autobuses en la avenida Máximo Gómez con Nicolás de Ovando para acudir a una manifestación en las inmediaciones del Palacio Nacional, fueron impedidos por miembros de la Policía Nacional, debido a que en la zona había grupos nacionalistas con actitudes de violencia.
En la manifestación, pautada para las 10:00 de la mañana, participarían integrantes de la Unión de Trabajadores Cañeros, HaitianosRD y el Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores. Jesús Núñez, representante de los cañeros, indicó que eran nueve vehículos, con tres coroneles y un general de la Policía a bordo.
El grupo se disponía a protestar contra las medidas migratorias resolutadas por el Consejo Nacional de Migración, las que califican de xenófobas y racistas.
Núñez dijo que tuvieron que acatar lo que les pidieron los agentes porque la población cañera que lidera es muy vieja para aguantar empujones, pero entiende que a ellos debió dejársele marchar hoy “porque para eso está la seguridad del Gobierno, y si hay grupos reducidos con intenciones beligerantes el deber era sacarlos de ahí o dejarlos y evitar que atenten contra ellos”.
Convocaron para el próximo lunes 15 de noviembre la misma manifestación. De su lado, los grupos nacionalistas que ocuparon la Plaza Patriótica Profesor Juan Bosch, frente al Palacio Presidencial, advirtieron que no permitirán protestas de haitianos en el lugar.Critican medidas
Roudy Joseph, portavoz del colectivo HaitianosRD, considera que negar la atención médica a un ser humano es una medida muy dura que viola los derechos humanos.
Los activistas rechazaron las medidas gubernamentales y alentaron que las mismas apuntan a la configuración de un régimen de discriminación racial parecido al apartheid.
Para ellos, el Gobierno emplea un discurso de corte balaguerista, neotrujillista para estigmatizar a la comunidad inmigrante, lo cual solo aumentará la corrupción y la violación de los derechos de los trabajadores extranjeros. Acusaron a las autoridades de mentir cuando dicen que las mujeres inmigrantes consumen el 40% del presupuesto de salud ya que éstas, según ellos, representan menos del 10% de las personas atendidas en los hospitales.
Joseph valoró el aporte de la población inmigrante al desarrollo del país. Por ejemplo, los trabajadores cañeros que ofrecieron su esfuerzo en la industria azucarera, que por mucho tiempo fue el pilar de la economía dominicana.
Estima que la República Dominicana Debería ser un refugio en vez de atizar medidas que discriminen más a los inmigrantes.
Núñez calificó como una política de fracaso la de exigir que las mujeres embarazadas haitianas tengan un seguro de vida internacional para poder ser atendidas en los centros de salud de la República Dominicana porque esas personas no tienen esos recursos.