Las autoridades reportaron que desde el inicio del monzón el pasado 14 de junio, cerca de 1,8 millones de personas han visto sus vidas alteradas
Las devastadoras inundaciones causadas por lluvias monzónicas que vienen azotando a Pakistán han matado a 777 personas en los últimos dos meses, según informaron las autoridades locales este lunes.
En las últimas horas equipos de rescate, con la colaboración de miembros del Ejército, evacuaron a miles de personas que se encontraban varadas por los aguaceros.
Desde el 14 de junio las lluvias e inundaciones han afectado a 1,8 millones de personas y 317.678 de ellas siguen viviendo en albergues en distintas partes del país, según la Agencia de Manejo de Desastres. El organismo añadió que de las 777 muertes, unas 300 fueron reportadas después del 1 de agosto.
Las autoridades están erigiendo más albergues en zonas remotas del sudoeste de Baluchistan, el sur de Sindh y el este de Punjab, las provincias más afectadas.
Asimismo, las autoridades informaron que enviaron comida, carpas y otros productos esenciales a casi todas esas zonas. Sin embargo, videos divulgados en las redes sociales parecen indicar que mucha gente allí sigue a la espera de ayuda humanitaria.
Muchos damnificados han acusado al Gobierno de dejarlos “solos” en este momento, mientras que otros indicaron que los esfuerzos del Ejecutivo no están siendo efectivos ni suficientes.
Shehbaz Sharif, primer ministro pakistáni, visitó Baluchistan en dos oportunidades en lo que va de agosto. En una de sus intervenciones el mandatario sostuvo que están “haciendo todo lo posible para brindar un amplio alivio y rehabilitación a las víctimas de las inundaciones”. No obstante, el gobernador de la provincia, Qudoos Bezinjo, exigió que las autoridades federales emitan mayor contención.Trabajadores cargan sacos de productos de ayuda para las víctimas de las inundaciones en Baluchistán, en Peshawar (REUTERS/Fayaz Aziz)
En el marco de esta situación de emergencia, Sharif pidió a todos los partidos políticos que “se eleven por encima de la política” y se unan para ayudar a las víctimas. Además, pidió a organizaciones no gubernamentales su contribución a un fondo creado por el Gobierno para socorrer a los afectados.
Ante la situación inusual de lluvias que sufre la región, el Gobierno central declaró a principios de mes el estado de “emergencia de monzones” en las áreas más afectadas por la lluvia y las inundaciones con el ánimo de acelerar el proceso de ayuda y rehabilitación.
Las inundaciones han dañado unas 60.000 viviendas en todo Pakistán, además de dejar intransitables carreteras y puentes. Ello le ha dificultado el traslado a los cuerpos de rescate.
En el boletín emitido en la primera semana de agosto, la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres paquistaní (NDMA) indicó que las devastadoras precipitaciones destruyeron para ese entonces 118 puentes, 42 tiendas y 2.445 kilómetros de carretera desde el comienzo del monzón el pasado 14 de junio.
Pakistán se encuentra entre los 10 países más afectados por el cambio climático en el mundo. Esta nación del sur de Asia también fue testigo de una intensa ola de calor a principios de este año que causó numerosos muertos y pérdidas en propiedades de miles de personas.
Durante la época del monzón en el sur de Asia –de julio a septiembre-, los corrimientos de tierra y las inundaciones son habituales y, además de víctimas, se producen importantes daños materiales.
Las peores inundaciones de la historia paquistaní ocurrieron en 2010 tras un monzón extraordinariamente intenso, que se sumó a un deshielo estival también especialmente abundante y ocasionó unos 2.000 muertos y más de 20 millones de damnificados.