Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general del organismo, advirtió que habrá más muertes en el país sudamericano si no se actúa sobre la nueva cepa P.1 y alertó sobre la posibilidad de que la situación se desborde a los vecinos
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, volvió a mostrarse este viernes “muy preocupado” por la situación epidemiológica relacionada con el COVID-19 en Brasil, y pidió al gobierno de Jair Bolsonaro que tome “medidas serias”.
Es la segunda vez en una semana en la que Tedros advierte por la situación en el país sudamericano y la posibilidad de que el virus trascienda las fronteras.
“Estamos muy preocupados, pues no solo el número de casos aumenta sino también el de muertos”, declaró este viernes en una conferencia de prensa.
“Si no se toman medidas serias, la tendencia actual (…) se traducirá en más muertos”,advirtió y pidió al gobierno “tomar en serio la situación”.
Unas 273.000 personas murieron de COVID-19 en Brasil, donde el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro no ha parado de minimizar la importancia de la pandemia y donde la vacunación solo comenzó tardía y lentamente por falta de dosis disponibles.Trabajadores de la salud trasladan a un paciente de la sala de emergencias del hospital Nossa Senhora da Conceição en medio de la pandemia de coronavirus, en Porto Alegre, Brasil, Marzo 11, 2021 (REUTERS/Diego Vara)
El presidente brasileño también ha sido criticado por especialistas en salud pública por promocionar medicamentos cuya eficacia contra el virus no se probó, como la hidroxicloroquina.
Brasil superó esta semana un nuevo récord de muertos en 24 horas, tras reportrar 2.286 en una sola jornada. Hasta el momento se han reportado 11.277.717 contagios y 272.889 muertes.
“Las autoridades deberían enviar mensajes claros sobre la situación y las medidas que se deben tomar”, dijo Tedros.
Esta situación, si se prolonga, puede desbordarse a países vecinos, que en conjunto están en mejor situación que Brasil, advirtió.
La OMS está muy preocupada por la circulación en Brasil de una de las variantes más contagiosas del coronavirus, llamada P.1 y que apareció en Manaos, en el norte del país.El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (EFE/ Joédson Alves/Archivo)
Hace exactamente siete días Tedros había criticado la respuesta del gobierno brasileño a la pandemia de COVID-19, considerando que durante las últimas semanas la situación en el país sudamericano se ha deteriorado al punto de registrar nuevos récords de muertes esta semana.
En una conferencia de prensa desde Ginebra, el titular de la organización describió al escenario como “muy, muy preocupante”, y advirtió sobre la posibilidad de que trascienda sus fronteras. “Si Brasil no es serio, continuará a afectando a todo el barrio (la región) y más”, expresó.
En la misma línea, aunque extrapolando la advertencia al resto del mundo, se expresó en aquel momento el director ejecutivo del programa de emergencias, Mike Ryan. “No es el momento para que Brasil o nadie se relaje”, dijo, en referencia al hecho que esta semana la tendencia descendente de casos a nivel global -a la baja durante seis semanas- se revirtió.
“La llegada de las vacunas es un momento de gran esperanza pero también uno donde potencialmente perdamos la concentración”,agregó.