La Guardia Costera anunció este lunes que deportó a 66 migrantes dominicanos tras interceptar en las aguas del Pasaje de la Mona dos embarcaciones que intentaban llegar de forma ilegal a Puerto Rico.
Según el comunicado, una aeronave de control marítimo detectó un bote improvisado sobrecargado el pasado 5 de noviembre y los 42 migrantes que viajaban en él fueron embarcados en el guardacostas Winslow Griesser.
El segundo bote, extremadamente sobrecargado, fue interceptado este domingo y sus 24 ocupantes fueron entregados a un buque de la Armada de la República Dominicana cerca de Punta Cana.
Este tipo de operaciones son habituales en el Pasaje de la Mona, la franja marítima que separa la isla de La Española de Puerto Rico, que es un territorio y Estado Libre Asociado de Estados Unidos.
El teniente Benjamin Williams, oficial al mando del guardacostas Winslow Griesser, aseguró que las mafias que trafican con personas son “increíblemente peligrosas”.
“A menudo, las personas que encontramos en el mar están en embarcaciones sobrecargadas que no están en condiciones de navegar y sufren deshidratación y otros problemas médicos agudos”, denunció Williams, quien aconsejó a los migrantes buscar “una alternativa segura y legal”.
La Guardia Costera destacó en su nota que estas operaciones son el resultado de los esfuerzos continuos de múltiples agencias locales y federales en apoyo al Grupo Interagencial Fronterizo del Caribe (CBIG, en inglés).
El CBIG fue creado para unificar los esfuerzos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., la Guardia Costera y las Fuerzas Conjuntas de Acción Rápida de la Policía de Puerto Rico, entre otras agencias, y asegurar las fronteras de la isla contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas.
El pasado 3 de noviembre, la Guardia Costera informó de la deportación de otros 77 dominicanos y 6 haitianos que fueron interceptados al tratar de alcanzar territorio de Puerto Rico de forma irregular.