Los parientes del joven interpusieron una querella contra el expelotero que dirige la academia en donde se le habría inyectado un esteroides que le causó la muerte
Familiares del joven Ismael Ureña Pérez, quién habría fallecido tras ser inyectado con esteroides veterinarios, acudieron este lunes a la sede de la Procuraduría General de la República respondiendo a una cita que se les hizo por el caso.
“Los padres (de Ismael) fueron citados aquí para ver qué informaciones nos tienen ya que depositamos una querella”, indicó Orlando Aracena, presidente de la Fundación Familia sin Violencia, entidad que acompaña a los familiares del menor.
Explicó que se prevé que en el encuentro participe la procuradora adjunta Yeni Berenice Reynoso.
Los abogados de la familia presentaron a principios de noviembre una querella en la Fiscalía de Santo Domingo Este contra Yordy Cabrera, expelotero que dirige la academia donde habrían ocurrido los hechos.
Aracena reiteró el llamado de intervenir las academias de béisbol del país tras la muerte del adolescente de 14 años.
“Aquí estamos hablando de un proceso de mutación, un delito prohibido en la Constitución hacer prácticas de laboratorio con menores de edad, llevar a un niño a que se transforme en un mutante. Eso lo ha permitido la Comisión de Béisbol, la MLB (Grandes Ligas de Béisbol) y otros organismos”
denunció que Ismael Ureña Pérez falleció luego que le inyectaran esteroides que se utilizan para mejorar el rendimiento de los caballos, según confirmaron los análisis médicos.
Dos hermanos del fallecido, que también se entrenaban en la Yordy Cabrera Baseball Academy, han quedado con secuelas, como taquicardia y alteración en la vista.
El Bodedone, conocido como “caballín” en la subcultura beisbolera, es un esteroides que se utiliza para caballos, pero hay una versión dirigida a humanos. Es la sustancia que ha ocasionado suspensiones en la MLB a peloteros como Jenrry Mejía, Abraham Almonte, Jorge Bonifacio, Francis Martes y Noelvi Marte.