La Iglesia diocesana de La Vega, representada en Los sacerdotes de la zona pastoral de la provincia Sánchez Ramírez, observando el atropello que sucedió en la comunidad de Arroyo Vuelta, ubicada entre las parroquias San Juan Pablo II de Cotuí y la parroquia La Milagrosa de Maimón Bonao, hecho ocurrido el miércoles 8 de enero del 2025, durante una manifestación:
Expresamos nuestro profundo pesar y rechazamos los hechos de violencia ocurridos en esta manifestación.
De igual modo, lamentamos que la empresa Barrick Gold y el gobierno no valoraran la mediación oportuna, de 5 sacerdotes presentes en la comunidad.
Este lamentable suceso no solo ha puesto en riesgo la integridad de los participantes, sino que también ha vulnerado los derechos fundamentales de las partes involucradas.
Como representantes de la comunidad religiosa y como mediadores en este proceso, hacemos un llamado urgente a todas las partes para que se comprometan al diálogo pacífico y constructivo. La violencia solo engendra más violencia y no conduce a ninguna solución. Es fundamental que se respeten los derechos de todos los ciudadanos, fomentando un ambiente de respeto y comprensión mutua.
Instamos a las autoridades competentes a garantizar la seguridad de todos, así como a investigar a fondo los incidentes ocurridos y a rendir cuentas a quienes hayan violado los derechos humanos. La justicia debe prevalecer.
Asimismo, invitamos a la comunidad a unirse en un esfuerzo colectivo por la paz, promoviendo el entendimiento y la empatía. La solución a nuestros conflictos radica en el diálogo.
También lamentamos que las autoridades gubernamentales hayan utilizado la fuerza militar, en beneficio de la Barrick Gold, utilizando el poder para atropellar y amedrentar a la comunidad vulnerable.
Recordamos lo que nos dice el Papa Francisco en Laudato si, # 61: “La esperanza nos invita a reconocer que siempre hay una salida, que siempre podemos reorientar el rumbo, que siempre podemos hacer algo para resolver los problemas”.
Reconocemos como sacerdotes, que nuestro deber es mantener el compromiso con la paz, la verdad, la reconciliación y la justicia.
Desde nuestra posición, reiteramos nuestro compromiso de ser puentes de entendimiento y de trabajar incansablemente para restaurar la paz, la armonía y la justicia en nuestra sociedad.