Las preocupaciones de escalada dentro de la administración Biden aumentaron en las últimas semanas e impulsaron una renovada presión diplomática para llevar a Israel y Hamas de vuelta a la mesa de negociaciones
A medida que Estados Unidos reflexiona sobre su respuesta a un ataque con drones que mató a tres tropas estadounidenses y dejó al menos 34 heridos, se mueve sobre una línea riesgosa, donde cualquier paso en falso podría enredar a Washington y sus aliados más profundamente en una guerra con Irán y sus representantes.
Biden ha prometido represalias tras el ataque del domingo que fue reivindicado por la Resistencia Islámica en Irak, un grupo paraguas para milicias vinculadas a Irán, incluyendo a Kataib Hezbollah y Harakat Hezbollah al-Nujaba. Hablando a CNBC el lunes por la mañana, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que Estados Unidos reaccionaría “en el tiempo y de la manera que elijamos.”
“No queremos una guerra más amplia con Irán,” dijo. “No queremos una guerra más amplia en la región, pero tenemos que hacer lo que tengamos que hacer.” Estados Unidos no ha confirmado que la Resistencia Islámica llevó a cabo el ataque, y Kirby dijo el lunes que Washington todavía está revisando la inteligencia. Sin embargo, el ataque “claramente… tiene todas las características” de un grupo o grupos apoyados por Kataib Hezbollah, dijo.
Washington ha luchado por contener el derrame a medida que el enorme costo de las operaciones militares de Israel en Gaza – con más de 26,000 personas muertas, según el Ministerio de Salud de Gaza – ha repercutido a través de Medio Oriente. Pero a pesar de esos esfuerzos, el conflicto ha estallado en múltiples frentes.
Las muertes de estadounidenses el domingo en Jordania fueron las primeras en más de 170 ataques a bases militares de EEUU en la región, principalmente en Siria e Irak, desde el ataque de Hamas el 7 de octubre, según el Instituto para el Estudio de la Guerra.
Estados Unidos ha llevado a cabo docenas de ataques en represalia, incluyendo uno en Bagdad que mató a un comandante senior de Nujaba. Washington también ha intervenido para bombardear a Houthis vinculados a Irán en Yemen en respuesta a su bloqueo de rutas de envío internacionales en lo que dicen es una represalia contra Israel.
Ahora, con sangre americana derramada, se espera que el mensaje de disuasión sea más robusto, aumentando el peligro de una mayor escalada.
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Biden ha prometido represalias tras el ataque del domingo que fue reivindicado por la Resistencia Islámica en Irak (REUTERS)
Poniendo de relieve la complejidad del conflicto multifrontal, más ataques transfronterizos fueron reportados en la región el lunes por la mañana: milicias iraquíes afirmaron haber dirigido ataques contra Israel, mientras que Irán y Siria acusaron a Israel de golpear en Damasco.
La muerte de los soldados estadounidenses añade “una mayor ansiedad de que una guerra regional está realmente aquí,” dijo Sanam Vakil, directora del programa de Medio Oriente y Norte de África en el think tank Chatham House de Londres. Las posibilidades de contención dependen enteramente de “quién, qué, cuándo y cómo responda la administración Biden,” dijo, añadiendo que ella esperaba que siguieran “golpes quirúrgicos” de EEUU contra activos vinculados a Irán fuera de Irán.
Irán, por su parte, trató de distanciarse del ataque a las tropas estadounidenses.
“Los grupos de resistencia en la región no toman órdenes de la República Islámica de Irán en sus decisiones y acciones,” dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanaani. Describió las acusaciones contra Teherán como “infundadas.”
Kanaani dijo que Irán ha trabajado para calmar las tensiones regionales “a través de medios diplomáticos,” pero acusó a Estados Unidos de “exacerbar la inseguridad” al mantener una presencia militar en Irak y Siria y lanzar ataques en Yemen.
Estados Unidos ha estacionado a unos pocos miles de tropas en Irak y Siria por casi 10 años con la misión declarada de prevenir el resurgimiento del grupo Estado Islámico.
Las acciones a través de representantes le dan a Irán un manto de negación plausible, dijo Vakil.
“Irán ciertamente está tratando de aprovechar la guerra en Gaza para mostrar su eje transnacional,” dijo Vakil, añadiendo que “al mismo tiempo Irán mismo no quiere asumir el costo de patrocinar el eje.” Teherán está apostando por el hecho de que la administración Biden no quiere ver la guerra expandirse, dijo, pero es una “apuesta muy peligrosa.”
Las preocupaciones de escalada dentro de la administración Biden aumentaron en las últimas semanas e impulsaron una renovada presión diplomática para llevar a Israel y Hamas de vuelta a la mesa de negociaciones, según dos funcionarios informados sobre las conversaciones.
Funcionarios estadounidenses comenzaron a aumentar la presión sobre Israel y Hamas para llegar a un acuerdo después de un pico en ataques en el Mar Rojo desencadenó una campaña de bombardeos liderada por EEUU contra los rebeldes hutíes, dijeron los funcionarios. Ambos funcionarios hablaron bajo condición de anonimato para discutir negociaciones sensibles.
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El régimen de Irán trató de distanciarse del ataque a las tropas estadounidenses por parte de grupos armados (AP)
La propuesta que Hamas e Israel están considerando llama a una larga pausa en los combates y una liberación de rehenes por fases que los funcionarios estadounidenses tienen la esperanza de que pueda evolucionar hacia un cese al fuego permanente.
La administración Biden está ansiosa por enfriar las hostilidades regionales y cambiar el enfoque de nuevo a su ambicioso esfuerzo diplomático para normalizar los lazos entre Israel y Arabia Saudita. Los rebeldes hutíes han dicho que los ataques en el Mar Rojo cesarán una vez que la guerra en Gaza termine.
Pero ahora, republicanos halcones están llamando a un golpe directo contra Irán en respuesta al ataque del domingo.
“Golpear a Irán ahora. Golpearlos duro,” publicó el senador Lindsey Graham (R-S.C.) en X, anteriormente Twitter.
El senador Tom Cotton (R-Ark.) dijo que Biden había dejado a las fuerzas estadounidenses como “objetivos fijos” en la región. “La única respuesta a estos ataques debe ser una devastadora represalia militar contra las fuerzas terroristas de Irán, tanto en Irán como en todo Medio Oriente,” dijo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también ha retratado a Irán – y su programa nuclear – como una amenaza existencial para Israel.
“Si Irán está haciendo todo esto ahora, cuando no posee armas nucleares, imaginen cuán esencial es prevenir que las tenga,” dijo a principios de este mes.
Irán también ha acusado a Israel de llevar a cabo un ataque el 20 de enero en la capital siria, Damasco, que dijo mató a cinco asesores militares iraníes. Israel no ha confirmado ni negado el ataque, pero Netanyahu ha dicho que Israel está “actuando contra Irán todo el tiempo, en todas partes.”
Es solo una de múltiples esferas de conflicto. Mientras que Hezbollah hasta ahora ha demostrado poco deseo de escalar una guerra con Israel y los diplomáticos se apresuran a evitar una guerra total en ese frente, los dos lados han estado intercambiando fuego regularmente sobre la frontera entre el sur de Líbano y el norte de Israel.
Las milicias iraquíes mostraron pocos signos de que planeaban ceder el lunes, ya que la Resistencia Islámica anunció su ataque con drones dentro de Israel. El grupo dijo en un comunicado que un ataque al amanecer tuvo como objetivo una “base militar sionista” en represalia por las “masacres” cometidas contra palestinos en Gaza, sin dar más detalles. El ejército israelí se negó a comentar si hubo algún ataque o infiltración de su espacio aéreo.
Los medios de comunicación estatales sirios más tarde dijeron que Israel lanzó un ataque aéreo desde la dirección de los Altos del Golán, “apuntando a un número de puntos al sur de Damasco.” Hubo informes contradictorios sobre lo que fue golpeado y si los iraníes o ciudadanos locales fueron asesinados.
El medio de noticias estatal Sana primero informó que “asesores iraníes” y civiles fueron asesinados, pero luego cambió la historia para eliminar la referencia a los asesores. El embajador de Irán en Siria, Hossein Akbari, también negó que una instalación iraní fuera atacada y dijo que no se asesinó a ningún ciudadano o asesor iraní.
La oficina del Primer Ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, instó a un “fin al ciclo de violencia” el lunes. “Irak expresa su disposición a trabajar en establecer reglas fundamentales para evitar más repercusiones en la región y prevenir la ampliación del conflicto,” según un comunicado. “El impacto de estos desarrollos amenaza la paz y seguridad regionales e internacionales, socava los esfuerzos contra el terrorismo y las drogas, y para poner en peligro el comercio, la economía y los suministros de energía.”
Irak y Estados Unidos también sostuvieron la primera ronda de conversaciones el sábado con respecto a la retirada de tropas estadounidenses de Iraq, según la oficina del primer ministro.
Pero el “Eje de Resistencia” de Irán está demostrando su disposición para sostener e incluso escalar más su campaña de ataque, a pesar de que Estados Unidos y el gobierno federal iraquí anunciaron que negociarán sobre el estado de las fuerzas estadounidenses en Irak,” dijo el Instituto para el Estudio de la Guerra en una nota de investigación el domingo.
Unas 350 tropas están estacionadas en la base que fue atacada el domingo. Un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato para describir el incidente dijo que el dron golpeó las viviendas de la base y causó heridas que variaron desde cortes y moretones hasta trauma cerebral.
Ocho miembros del personal fueron evacuados fuera de Jordania “para atención médica de nivel superior, pero están en condición estable,” dijo el Comando Central de EEUU en un comunicado.
