Los fondos servirán para crear decenas de miles de empleos para responder a la pandemia, preparar al país para futuros brotes y apoyar a los funcionarios locales de sanidad
Como parte de sus esfuerzos para responder a la crisis del COVID-19, el gobierno estadounidense invertirá 7,4 mil millones de dólares para reclutar y contratar trabajadores de salud pública y preparar el país para futuros desafíos de salud pública, anunció la administración en un comunicado emitido este jueves.
“La pandemia de COVID-19 ha reforzado que los trabajadores de salud pública son esenciales y brindan servicios críticos para mantener a los estadounidenses seguros y saludables. La financiación anunciada hoy permitirá a Estados Unidos expandir su fuerza laboral de salud pública, creando decenas de miles de puestos de trabajo para respaldar las vacunas, las pruebas, el rastreo de contactos y el alcance comunitario, y fortalecer la futura infraestructura de salud pública de Estados Unidos”, dice el comunicado.
Los fondos serán parte del recientemente aprobado “plan de rescate estadounidense”, un proyecto para inyectar 1,9 billones de dólares en la economía, el tercero que lanza Estados Unidos para luchar contra las consecuencias económicas de la pandemia.
En particular, la Administración Biden invertirá USD 4.4 mil millones para permitir que los estados y las comunidades locales expandan sus departamentos de salud pública con personal adicional para apoyar la respuesta al covid-19.
Esta financiación respaldará una variedad de medidas para la salud pública, incluida la financiación para que los especialistas en intervención de enfermedades realicen el seguimiento de contactos, la gestión de casos y respalden las investigaciones de brotes, de acuerdo al comunicado.La sede central de los Centros del Control de Enfermedades en Atlanta (REUTERS/Tami Chappell/archivo)
La mayor parte de los fondos —USD 3.4 mil millones— serán destinados para nuevas contrataciones para agregar rápidamente personal para respaldar los esfuerzos críticos de respuesta al COVID-19. Otros USD 500 millones serán usados para la contratación de enfermeras escolares, que según el gobierno pueden ofrecer experiencia médica para ayudar a los padres y adolescentes a medida que se amplían las opciones de vacunación para los más jóvenes. El objetivo es que las escuelas vuelvan a abrir de forma segura y permanezcan abiertas para las clases presenciales.
Los fondos también respaldarán el desarrollo de la próxima generación de líderes de salud pública mediante la creación de unas “Fuerzas Estadounidenses de Salud Pública” y la expansión del Servicio de Inteligencia de Epidemias, el reconocido programa de los Centros de Control de Enfermedades para capacitar a los trabajadores de salud a identificar y contener brotes epidémicos. Asimismo se potenciará la red de laboratorios del país, para mejorar la infraestructura del sector público-privado de la nación y respaldar respuestas rápidas y a gran escala a emergencias de salud pública.
Otros USD 3 mil millones serán utilizados por los Centros de Control de Enfermedades para crear un nuevo programa de subvenciones que facilitará la inversión federal en formar el personal necesario a nivel estatal y local para expandir, capacitar y modernizar la fuerza laboral de salud pública de cara al futuro.
“En última instancia, el programa permitirá que Estados Unidos continúe apoyando la infraestructura de salud pública de la nación, particularmente en las comunidades de bajos ingresos y desatendidas”, concluye el comunicado.