La jueza Yiberty Polanco, de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del distrito judicial de Santiago, impuso tres meses de prisión preventiva como medida de coerción, a dos de los tres agentes de la Policía Nacional acusados de matar a golpes a Richard Báez (el Peluquero), agredido brutalmente en un destacamento del cuerpo del orden.
La magistrada Polanco también otorgó una garantía económica de 500 mil pesos, a través de una compañía aseguradora, contra el otro agente vinculado al crimen.
El capitán Manolo Aquino, encargado de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) en Cienfuegos, y el segundo teniente Vladimir Joel Jerez Suárez, fueron enviados a cumplir la sanción al Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Hombres, de Santiago.
Mientras que el segundo teniente Vladimir Joel Jerez Suárez, además del dinero, tiene impedimento de salida del país y debe presentarse ante la fiscalía el último viernes de cada mes mientras dure el proceso.
Los abogados de la familia de la víctima se mostraron conformes con la decisión. Aseguraron que en fondo del proceso demostrarán que los imputados son culpables de los delitos de asociación de malhechores, homicidio y robo.
Francisco Javier Azcona, uno de los abogados defensores, entiende que las medidas impuestas en contra de sus clientes “es para complacer a la opinión pública”.
Hecho
Según el expediente, los agentes policiales formaban parte de una patrulla motorizada que efectuaba un operativo preventivo en Cienfuegos, del distrito municipal Santiago Oeste, en donde detuvieron a Báez.
Precisa que la víctima fue perseguida hasta su casa y que recibió múltiples golpes cuando intentaba alcanzar la puerta de la vivienda, mientras gritaba y pedía auxilio a su padre para tratar de salvar la vida ante el ataque de los agentes policiales actuantes.
Mientras estuvo en el cuartel, la víctima denunciaba que los agentes le habían sustraído la suma de 30 mil pesos, cuya devolución exigía, pero a cambio recibía golpes de los agentes policiales.
Los policías imputados llegaron incluso a trasladar a la víctima al hospital de Cienfuegos, en donde una médico lo atendió. La doctora que lo evaluó verificó que Báez presentaba laceraciones en el área temporal derecha y en ambos codos, por lo que refería dolor. Por esa razón, entregó al teniente Jerez Suárez una indicación para aplicar al paciente una antitetánica, una crema y analgésicos, así como una radiografía AP y lateral de cráneo, indicación que el imputado ocultó.
En cambio, regresaron al imputado a una celda del destacamento donde volvieron a golpearlo. Más tarde, lo presentaron al médico legista y ante el fiscal en la sede de la Policía Nacional y lo trasladaron al centro de detención que opera en el Palacio de Justicia de Santiago.
Estando en el centro del Palacio de Justicia, Báez convulsionó y fue trasladado al Hospital Estrella Ureña, ubicado frente al edificio, de donde lo remitieron al Hospital Regional Cabral y Báez, donde falleció el cuatro de abril. Estuvo interno desde el 21 de marzo tras la agresión.