Para los ciudadanos de 18 a 65 años, el voto es obligatorio. Si no sufragan la multa prevista es de $40.
Ecuador inició el domingo un proceso electoral que decidirá su futuro entre 16 postulantes.
Lideraban las encuestas de intención de voto Andrés Arauz, joven izquierdista apadrinado por el expresidente Rafael Correa, y Guillermo Lasso, exbanquero de derecha, que se presenta a las urnas por tercera vez consecutiva para el mismo cargo.
Un poco más alejado en tercera posición el postulante Yaku Pérez, del partido de los indígenas, Pachakutik.
Al inaugurar el proceso electoral, la vicepresidenta, María Alejandra Muñoz, invitó a sus compatriotas a salir a votar venciendo el miedo a la pandemia y convencidos de que el sufragio es “una causa por nuestras libertades y por el desarrollo del país, por tanto hoy cada uno de nosotros tenemos el deber de ejercerla”.
Añadió que “las consecuencias de que no todos los ecuatorianos estén incluidos en las soluciones de corto, mediano y largo plazo podrían ser nefastas” al influir en la decisión de “a quién le vamos a confiar el poder de lo público, de lo que nos pertenece a todos”.
Los delegados de mesa en los centros de votación contaban con mascarillas y alcohol desinfectante para protegerse del coronavirus, aunque en muchos recintos electorales había quejas de que los delegados no llegaron a tiempo para instalar las mesas.
En algunos de los recintos de votación más grandes de ciudades como Quito y Guayaquil se prohibió el ingreso de los medios de comunicación como medida de precaución ante eventuales contagios.
Para que haya ganador un primera vuelta, un candidato debe obtener 40% de la votación más 10 puntos de ventaja sobre su más inmediato rival, de no suceder esto, se ha fijado un balotaje para el 11 de abril.
Uno de los 16 candidatos debe reemplazar desde el 24 de mayo de este año, al presidente Lenín Moreno, que en su momento también fue apadrinado por Correa (2007-2017), quien se encuentra prófugo de la justicia tras ser juzgado por delitos de corrupción.
Los comicios empezaron en medio de estrictas medidas sanitarias debido al coronavirus, entre ellas votar con mascarilla, llevar su propia botella de gel o alcohol desinfectante, su propio lapicero, guardar el distanciamiento social mínimo de 1.5 metros y evitar todo contacto personal en el recinto electoral. La única ocasión que el votante deberá descubrir su rostro será cuando los delegados de la mesa verifiquen la identidad.
Las autoridades también han prohibido las tradicionales ventas ambulantes de comida y de toda clase de pequeños objetos que rodeaban los recintos electorales en medio de música con alto volumen.
A las elecciones del domingo han sido llamados casi 13.1 millones de votantes, quienes podrán acudir a los recintos electorales entre las 07.00 y 17.00 horas (1200 y 2200 GMT).
Para los jóvenes de 16 y 17 años, al igual que para las personas de la tercera edad, el voto es opcional, mientras que para los ciudadanos de 18 a 65 años es obligatorio. En caso de no sufragar la multa prevista es de $40.
Los resultados de un conteo rápido oficial del Consejo Electoral se conocerán tres horas después del cierre de las mesas electorales.