El primer ministro haitiano, Joseph Jouthe, se mostró consternado este lunes por el fuerte aumento de los casos de secuestro en el país, al tiempo que calificó de “catástrofe” de la magnitud de un “terremoto” el rapto de 12 personas durante el fin de semana, entre ellos siete religiosos.
Durante una rueda de prensa el dirigente afirmó que “ayer fue un día oscuro para toda la población haitiana. Doce personas fueron secuestradas.”
“Nos hemos dado cuenta de que todos los segmentos de la población son víctimas”, dijo, y presentó sus simpatías a la Iglesia católica, a los protestantes y a todos los cultos víctimas de este delito, al tiempo que denunció la falta de respeto que se ha producido en los últimos tiempos hacia religiosos.
La policía ha recibido instrucciones de identificar el lugar donde los secuestradores esconden a sus víctimas para liberarlas incondicionalmente y sin demora, dijo el funcionario, añadiendo que las autoridades deben dejar a los delincuentes fuera de combate.
Un llamamiento para luchar contra la inseguridad
“De ahí la necesidad de que lance un vibrante llamamiento a todos los segmentos de la población, a toda la sociedad civil haitiana, a los grupos organizados, a los que hacen religión, a los que hacen política… Tanto si están en el poder como en la oposición, les tiendo la mano para que vengan y reflexionen juntos para saber qué vamos a hacer con el país que llega a este nivel”, dijo Jouthe.
El Primer Ministro haitiano abogó por un frente común entre todos los sectores de la vida nacional para luchar contra la inseguridad que aumenta en el país, marcada, en particular, por la multiplicación de los casos de secuestro, las masacres y los ataques de las bandas armadas.
“Este llamamiento que hago a todos los sectores de la vida nacional no es un llamamiento político… Me dirijo a ustedes, partidos políticos, cámaras de comercio, cultos (católicos, protestantes…) Pido su ayuda y apoyo. No conozco a nadie que no sea víctima de la inseguridad en Haití”, incidió.
A través de esta convocatoria, el segundo mandatario de la nación caribeña dice que quiere hablar con estos sectores: “Debemos sentarnos a discutir sobre seguridad. El estrés es suficiente para matar a toda la población”, afirmó.
Además, admitió que el Gobierno haitiano tiene algunas zonas están desatendidas frente a la actividad delictiva y, aunque el Ministerio de Justicia está trabajando para aumentar el número de efectivos, estos suman 15,000, cuando debería haber 25,000.
Eso significa que “la Policía no tiene presencia en todos los rincones de la República”. “No estamos satisfechos con nuestra actuación dentro del gobierno y a nivel de la Policía. El Gobierno es consciente” de la situación.
El secuestro está dirigido
La información disponible “nos hace creer que el secuestro está dirigido”, señaló el primer ministro, que aseguró que las autoridades siguen buscando más información para determinar quiénes son los verdaderos responsables.
“Ayer hubo una gran catástrofe. Fue como un temblor que ocurrió en Galette Chambon en Ganthier. (…) Son los cimientos del país, los cimientos de la sociedad haitiana, los que se están derrumbando”, se quejó Jouthe.
Al menos 10 personas, entre ellas siete religiosos católicos, fueron secuestrados el domingo por la mañana en Galette Chambon por el grupo armado conocido como la base de los “400 Mawozo”, que atemoriza esta zona, a unos 20 kilómetros de Puerto Príncipe, desde hace algunos años.
Entre las víctimas había dos de nacionalidad francesa que se trasladaban junto al resto del grupo en un convoy que iba a instalar a un nuevo párroco cuando fueron emboscados por los secuestradores, que exigen un millón de dólares a cambio de su liberación.
La violencia, los secuestros y los ataques de las bandas armadas han aumentado drásticamente en el país en los últimos tiempos, mientras las autoridades han estado centradas en organizar el referéndum para modificar la constitución, previsto para junio, así como las elecciones presidenciales y legislativas pautadas para septiembre.