El presidente dominicano, Luis Abinader, expresó este viernes su intención de normalizar “en la medida de lo posible” la relación con el vecino Haití, en un punto bajo desde hace casi un año a raíz de la construcción por parte haitiana de un canal en el fronterizo río Masacre o Dajabón.
“Nuestra intención es tratar de normalizar, en la medida de lo posible, las relaciones, pero siempre respetando y cuidando la seguridad de la República Dominicana”, dijo Abinader en una rueda de prensa en la sede de la Presidencia dominicana con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, quien realiza una visita oficial al país, un día después de su viaje a Haití.
Pero todo dependerá, dijo, de cómo los haitianos “puedan avanzar en su seguridad interna” en medio de la actual crisis en esa nación, donde las bandas controlan gran parte de Puerto Príncipe y otras zonas del país.
La crisis haitiana y la relación entre ese país y la República Dominicana fueron abordadas por Abinader y Blinken en la reunión que sostuvieron antes de su comparecencia ante la prensa.
En su declaración, el gobernante dominicano manifestó que la situación en Haití ha incrementado la presión migratoria hacia la República Dominicana, afectando a los servicios públicos y generando riesgos para la seguridad del país.
Esta presión se refleja en el sistema escolar, donde el 6,5 % de los estudiantes, unos 147.000, son de nacionalidad haitiana, sostuvo Abinader, que el 14 de septiembre del año pasado ordenó, entre otras medidas, el cierre de fronteras por aire, de Marzo y tierra con Haití en protesta por la construcción del canal, que calificó de “insensatez».
Además, en los hospitales públicos, el 14 % de los internamientos y el 34 % de los partos son de inmigrantes indocumentados haitianos.
“En ningún sistema de salud del mundo ocurre esto”, afirmó.