El titular de la Diócesis de La Altagracia abogó que la reforma sea por consenso nacional frente y dijo esto se impone.
“El sentido común nos hace comprender la necesidad de una reforma fiscal integral. No podemos ser francotiradores de una iniciativa que demanda la realidad actual”, expresó el también vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED).
Describe el proceso de la reforma fiscal integral como un compromiso de todos, de este justo momento, para que los hacedores de grandes riquezas asuman un compromiso con la nación, haciendo sacrificios fiscales.
Consideró que la progresividad de los impuestos debe mejorar las condiciones de vida de los más pobres.
En otro aspecto, el religioso se pronunció sobre la reforma a la Constitución, la que afirma que debe invitar a los actores, responsables del diseño en conjunto con las autoridades gubernamentales, a reflexionar y profundizar con serenidad los cambios prudentes para dotar a la nación de un legado que refleje nuestra cultura y principios cristianos.
Dijo que este reforma “es la única que llama y que debe arder en los corazones de los asambleístas y que consagrada en los principios trinitarios que le dieron origen”.
