El número de muertos tras un potente sismo que sacudió el este de Turquía en la víspera subió a 22 personas, con más de 1.000 heridos, dijeron el sábado funcionarios de emergencias.
En conferencia de prensa cerca del epicentro del temblor en la provincia de Elazig, el ministro del Interior, Suleyman Soylu, dijo que 18 personas murieron en Elazig y cuatro en la vecina Malatya.
Los heridos sumaban 1.243, 34 de ellos en cuidados intensivos aunque su estado no era crítico, señaló el ministro de Salud, Fahrettin Koca.
El sábado por la tarde, el presidente Recep Tayyip Erdogan visitó las zonas más afectadas y asistió al funeral de una mujer y su hijo muertos en el temblor. Pidió a la gente que no haga caso de rumores “negativos” sobre la falta de preparación del país para los terremotos.
“No escuchen rumores, no escuchen la propaganda negativa, contraria de nadie, sepan que nosotros somos sus servidores”, dijo Erdogan.
Equipos de emergencias y fuerzas de seguridad distribuyeron tiendas, camas y mantas mientras los termómetros registraban temperaturas negativas durante la noche. Se abrieron mezquitas, escuelas, centros deportivos y residencias de estudiantes para albergar a los cientos de personas que dejaron sus casas después del sismo.
“El terremoto fue muy grave, salimos corriendo desesperados (de nuestra casa)”, dijo Emre Gocer a la agencia noticiosa estatal Anadolu mientras se refugiaba con su familia en un pabellón deportivo en Sivrice, en la provincia de Elazig. “No tenemos un lugar seguro donde quedarnos”.
El temblor se produjo el viernes a las 20:55 a una profundidad de 6,7 kilómetros (unas cuatro millas) cerca de Sivrice, en Elazig, explicó la Presidencia de Manejo de Desastres y Emergencias (AFAD, por sus siglas en turco). Varios centros de monitoreo de actividad sísmica ofrecieron magnitudes comprendidas entre 6,5 y 6.8.
Tras el terremoto se produjeron 228 réplicas, las más fuertes con magnitudes de 5,4 y 5,1, apuntó la AFAD.
Al menos cinco edificios se vinieron abajo en Sivrice y otros 25 quedaron destruidos en la región de Malatya, apuntó el ministro de Medio Ambiente y Urbanismo, Murat Kurum. Cientos de estructuras sufrieron daños y no eran seguras.
Imágenes de televisión mostraron a rescatistas sacando a dos personas de entre los restos de un inmueble derribado en la localidad de Gezin. Otra fue salvada en la ciudad de Elazig, la capital de la región, y dos más en una casa en Doganyol, Malatya.
En total, 28 equipos de rescate trabajaban contrarreloj en la zona, explicó la AFAD, que dijo que se movilizó a más de 1.300 operarios de 39 de las 81 provincias del país.
“Nuestra mayor esperanza es que el número de fallecidos no aumente”, manifestó el presidente del parlamento, Mustafa Sentop.
Las empresas de telecomunicaciones anunciaron servicios gratuitos de teléfono e internet para los residentes en la región, y la aerolínea Turkish Airlines habilitó vuelos extra.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo en un mensaje publicado en Twitter durante la noche que se estaban tomando todas las medidas necesarias para “garantizar que el terremoto que ocurrió en Elazig y que se sintió en muchas provincias sea superado con la menor cantidad de pérdidas”.