El gobierno de Trump ordena a los jueces de inmigración que desestimen casos para acelerar los arrestos

Los jueces, que trabajan para el poder ejecutivo, han recibido instrucciones de conceder desestimaciones rápidamente; ICE ha estado arrestando a personas después de que sus casos son desestimados.

Un memorando reciente a los jueces de inmigración obtenido por NBC News proporciona una nueva perspectiva sobre cómo la administración Trump está llevando a cabo una nueva táctica ( desestimar los casos de inmigración pendientes y luego proceder inmediatamente a arrestar a los inmigrantes ) que es parte de su intento por aumentar rápidamente el número de inmigrantes que está deteniendo.

En el memorando, el Departamento de Justicia instruye a los jueces de inmigración, que reportan al poder ejecutivo y no son parte del poder judicial independiente, a permitir que los abogados del Departamento de Seguridad Nacional presenten mociones de desestimación en forma oral y luego procedan rápidamente a conceder esas desestimaciones, en lugar de permitir a los inmigrantes el tiempo de respuesta de 10 días que había sido típico.

“Las decisiones orales deben completarse dentro del mismo horario de audiencia el día en que concluyen los testimonios y argumentos”, dice el memorando, fechado el 30 de mayo. También indica a los jueces que “no se requiere documentación ni información adicional” para conceder las desestimaciones.

Una vez desestimados sus casos, los inmigrantes en cuestión podrían ser sometidos a un proceso de deportación acelerada, lo que significa que podrían ser deportados sin tener la oportunidad de presentar sus solicitudes de asilo ante los jueces de inmigración. El memorando señala que las personas en proceso de deportación acelerada están sujetas a detención obligatoria y pueden ser detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), dependiente del DHS.

El Departamento de Justicia no respondió a una solicitud de comentarios.

Una fuente cercana al sindicato de jueces de inmigración dijo que la medida es legal pero que aún así resulta molesta para muchos jueces de inmigración.

“Creen que esto es una burla a todo el proceso y que contradice la postura de Trump. La aplicación de la ley migratoria implica que se hace de manera justa… y esto no es justo”, dijo la fuente cercana al sindicato. Los jueces de inmigración no están autorizados a hablar con los medios de comunicación, excepto a través de su sindicato.

El memorando cita una disposición de la Ley de Inmigración y Nacionalidad que establece las condiciones bajo las cuales el gobierno puede solicitar la desestimación del caso de un inmigrante. Sin embargo, tergiversa el estatuto. El memorando dice, sin comillas, que los jueces pueden conceder mociones de desestimación cuando «las circunstancias han cambiado de tal manera que la continuación ya no conviene al gobierno». Sin embargo, la redacción de la Ley de Inmigración y Nacionalidad es más específica; establece que los casos pueden desestimarse cuando «las circunstancias del caso han cambiado de tal manera que la continuación ya no conviene al gobierno».

Greg Chen, director senior de relaciones gubernamentales de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, dijo que cree que la nueva guía viola esa disposición de la Ley de Nacionalidad de Inmigración y no es legal.

La omisión de las palabras ‘del caso’ es deliberada porque el DHS intenta evitar abordar el caso individual. La ley les exige justificar su moción, y no lo están haciendo. El correo electrónico es la política escrita que contradice la ley, afirmó Chen.

Jason Houser, quien fue jefe de gabinete de ICE durante la administración de Biden, dijo que desestimar los casos de esa manera permitirá a ICE arrestar a más personas, pero realmente no ayudará a acelerar las deportaciones porque carece de suficiente espacio para detener a los arrestados antes de la deportación.

La táctica de desestimar casos y luego arrestar a quienes fueron desestimados “se dirige a migrantes investigados que trabajaban y tenían estatus legal”, dijo. “Inundar el sistema con miles de personas no delincuentes desperdicia tiempo y recursos cuando las fuerzas del orden federales deberían centrarse en las amenazas a la seguridad nacional”.

A medida que la agencia intensifica los arrestos, se enfrenta a un problema de hacinamiento. Más de 51,000 inmigrantes se encontraban bajo custodia del ICE al 23 de mayo, según datos del ICE, aunque solo cuenta con fondos para albergar a 41,500. Exfuncionarios del ICE han afirmado que la agencia solo puede exceder esa asignación en un porcentaje limitado, y solo por un corto periodo, antes de arriesgarse a déficits presupuestarios y posibles sanciones judiciales por condiciones de vida que no cumplen con los estándares exigidos por los tribunales.