Aún falta por definirse el que se disputan el republicano David Perdue y el joven Jon Ossoff, este último ha recortado parte del escaso margen que había logrado su rival
El demócrata Raphael Warnock se declaró este miércoles vencedor en las elecciones al Senado en el estado de Georgia, en las que, según asegura, venció a la republicana Kelly Loeffler, informan medios locales.
Aunque el dato no es oficial, en la mayoría de las estimaciones sobre el recuento que ofrecen los medios, Warnock parecía superar a su oponente por unos 30.000 votos, cuanto se ha realizado el recuento sobre el 97 por ciento de los sufragios.
“Esta noche, demostramos que con esperanza, trabajo duro y la gente a nuestro lado, todo es posible”, dijo a sus seguidores en un discurso virtual difundido por varios medios
Su oponente aún no ha admitido la derrota.
La carrera para alcanzar los últimos dos asientos por el estado de Georgia en el Senado de Estados Unidos está siendo tan reñida como se esperaba, con el 97 por ciento de los votos escrutados, los demócratas parecen haber volteado la situación, después de la ligera ventaja tomada en las primeras horas por los republicanos, aunque los márgenes de diferencia continúan siendo mínimos.
En el caso del escaño que se disputan David Perdue y el demócrata Jon Ossoff, este último ha recortado parte del escaso margen que había logrado el republicano. La diferencia ahora es insignificante, pues Perdue aventaja a su oponente por tan sólo 1.800 votos.El candidato demócrata Raphael Warnock. Warnock for Georgia/Social Media via REUTERS
El secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, ha celebrado la “tremenda participación” de este martes, la cual podría alcanzar, ha dicho, a cerca de 4,6 millones de electores.
“Somos un estado muy competitivo. Tendremos que esperar y ver cómo acaba todo esto”, ha dicho Raffensperger, quien no ha querido especular acerca del sino de los votos que todavía no se han contabilizado, entre las cuales hay 17.000 que proceden del extranjero y de las delegaciones militares en el exterior, cuyos resultados no se conocerán hasta el viernes.
El resultado de estas elecciones resulta fundamental para el porvenir de la próxima Administración de Joe Biden, pues los demócratas necesitan estos dos últimos escaños para controlar el Senado, como ya hacen con la Cámara de Representantes.
En caso de que los demócratas se impongan en Georgia, conseguirían 50 senadores, los mismos que los republicanos, aunque dispondrían del voto de desempate en futuros debates legislativos de la que será presidenta del Senado y vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
“Va a ser una noche larga”, ha dicho el responsable del sistema de votación de Georgia, Gabriel Sterling, quien ha vaticinado una jornada con constantes subidas y bajadas para ambos partidos.Una pareja mira los resultados por la televisión. REUTERS/Brian Snyder
Sterling ha explicado que gran parte de los votos que todavía no se han contabilizado se encuentran en los condados metropolitanos de Atlanta, cuyos resultados favorecerían a los demócratas, así como otras papeletas en los territorios conservadores más pequeños del estado.
Es el caso del condado de Gwinnett, un suburbio de Atlanta, cuyas autoridades han anunciado, informa la cadena CNN, que continuarán con el recuento el miércoles por la mañana, con cerca de 5.000 votos todavía por contar.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien durante el fin de semana celebró un multitudinario mitin en la ciudad de Dalton, en el noroeste de Georgia, para avivar el voto republicano, ha vuelto a deslizar una vez más acusaciones de fraude electoral en sus redes sociales.
“Parece que están organizando un gran “vertedero de votantes” contra los candidatos republicanos. ¿Esperando para ver cuántos votos necesitan?”, se ha preguntado el todavía jefe de la Casa Blanca en su cuenta de Twitter.
Esta segunda vuelta se está realizando después de que los mismos contendientes no lograran obtener el 50 por ciento de los votos necesarios para ganar las elecciones del 3 noviembre, después de que unos cinco millones de electores, de los 7,2 millones habilitados en el estado, acudieran en aquella ocasión a las urnas.