La Cámara Baja, de mayoría republicana, aprobó este miércoles avanzar con el proceso que fue lanzado por el ahora ex jefe del hemiciclo, Kevin McCarthy
La Cámara de Representantes de Estados Unidos formalizar la investigación de juicio político (‘impeachment’) lanzada por los conservadores contra el presidente Joe Biden, con todos los republicanos apoyando el proceso políticamente cargado a pesar de las preocupaciones persistentes entre algunos en el partido de que la investigación aún no ha producido pruebas de mala conducta por parte del presidente.
La votación, 221-212, dejó constancia de que los republicanos de la Cámara apoyan un proceso de destitución que puede llevar a la pena máxima para un presidente: el castigo por lo que la Constitución describe como “altos delitos y faltas”, que puede llevar a la destitución del cargo si es declarado culpable en un juicio del Senado, donde los Demócratas tienen mayoría.
“No nos tomamos esta responsabilidad a la ligera y no prejuzgaremos el resultado de la investigación”, dijeron el presidente Mike Johnson y su equipo en una declaración conjunta tras la votación. “Pero es imposible ignorar el expediente probatorio”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden (Brian Cahn/ZUMA Press Wire/dpa)
La autorización de la investigación garantiza que la investigación del juicio político se extienda hasta bien entrado 2024, cuando Biden se presente a la reelección y parece probable que se enfrente al ex presidente Donald Trump, que fue sometido a juicio político en dos ocasiones durante su mandato en la Casa Blanca. Trump ha presionado a sus aliados del Partido Republicano en el Congreso para que actúen con rapidez en el intento de destitución de Biden, como parte de sus llamamientos más amplios a la venganza y el castigo contra sus enemigos políticos.
La decisión de celebrar una votación se produjo cuando Johnson y su equipo se enfrentaban a una creciente presión para mostrar avances en lo que se ha convertido en una investigación de casi un año centrada en los negocios de los miembros de la familia de Biden. Aunque la investigación ha planteado cuestiones éticas, no se han encontrado pruebas de que Biden actuara de forma corrupta o aceptara sobornos en su cargo actual o en el anterior como vicepresidente.