Estados Unidos alcanzó este jueves la cifra de 113.774 muertos y 2.021.990 casos confirmados de COVID-19. Texas ha visto un récord de internaciones durante tres días seguidos, y en Carolina del Norte sólo el 13% de las camas de la UCI del estado están disponibles
Cerca de media docena de estados, que incluyen a Texas y Arizona, están lidiando con un aumento del número de pacientes con coronavirus que llenan las camas de los hospitales, avivando el temor a que la reapertura de la economía de Estados Unidos pueda desencadenar una segunda ola de infecciones.
El repunte de las acciones globales se revirtió el jueves por miedo a un resurgimiento de la pandemia. La última vez que el S&P 500 y el Dow cayeron tanto en un día fue en marzo, cuando los casos de coronavirus en Estados Unidos comenzaron a aumentar.
El reciente incremento de casos en una docena de estados refleja parcialmente un alza de las pruebas. Pero muchos de esos estados también están viendo un aumento de las hospitalizaciones y algunos están empezando a quedarse sin camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Texas ha visto un récord de hospitalizaciones durante tres días seguidos, y en Carolina del Norte sólo el 13% de las camas de la UCI del estado están disponibles debido a casos graves de COVID-19. El alcalde de Houston dijo que la ciudad estaba lista para convertir su estadio de fútbol americano en un hospital si es necesario.
Arizona ha visto un número récord de hospitalizaciones. El director de salud del estado dijo a los hospitales esta semana que activaran los planes de emergencia y aumentaran la capacidad de las UCI. Cerca de tres cuartos de las camas UCI del estado están ocupadas, según el sitio web del estado.Personas sin hogar duermen en un refugio temporal en el Cashman Center, con espacios marcados para el distanciamiento social para ayudar a frenar la propagación del coronavirus, en Las Vegas, Nevada, EEUU. 30 de marzo de 2020. REUTERS/Steve Marcus/File Photo
“Realmente, se está cruzando un umbral en Arizona”, dijo Jared Baeten, un epidemiólogo de la Universidad de Washington.
“Lo alarmante sería que las cifras empiecen a aumentar en lugares que ya han alcanzado claramente su punto máximo y que están en tendencia descendente”, dijo, refiriéndose a Nueva York y otros estados del noreste donde los nuevos casos y muertes han caído en picada.
A los expertos en salud les preocupa que pueda haber un mayor aumento de las infecciones como consecuencia de las protestas nacionales por las injusticias raciales y la brutalidad policial que aglutinaron gente desde hace dos semanas.
Estados Unidos alcanzó este jueves la cifra de 113.774 muertos y 2.021.990 casos confirmados de COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del viernes) es de 850 nuevos decesos y 21.436 contagios más que el miércoles.Queens, Nueva York. (AP Photo/Frank Franklin II)
El estado de Nueva York se mantiene como la zona de EE.UU. más castigada desde el comienzo de la pandemia con 381.000 casos confirmados y 24.442 fallecidos. Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 17.193 personas.
Al comienzo de la pandemia, Nueva York se convirtió en el epicentro y a mediados de abril llegó a registrar 10.000 casos al día; pero, en las últimas semanas, ha conseguido frenar el avance del virus con medidas de aislamiento y, actualmente, solo se registran unos mil casos nuevos cada jornada.
En término de número de casos, a Nueva York le siguen el vecino estado de Nueva Jersey con 166.000 casos confirmados y 12.443 fallecidos; seguido ahora por California, que se ha convertido en uno de los nuevos focos de la pandemia con 133.000 contagios y 4.697 decesos, según datos de este jueves.