La presidenta de la Cámara dijo en sus primeras entrevistas desde que regresó de Taiwán que el presidente chino, Xi Jinping, “tiene sus propias inseguridades” y está “en un lugar frágil”.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, defendió el martes su decisión de visitar Taiwán a pesar de una respuesta agresiva de China que incluyó ejercicios militares con fuego real en el Estrecho de Taiwán.
“Sí, valió la pena”, dijo en su primera entrevista desde que regresó de Asia la semana pasada en el programa “TODAY” de NBC. “Y lo que los chinos están haciendo es lo que suelen hacer”.
Pelosi, una demócrata de California, dijo que había recibido un “apoyo bipartidista abrumador” para su visita histórica y reiteró que “no se permitirá que China aísle a Taiwán”. También cuestionó por qué su viaje ha recibido tanta atención, mientras que un grupo de senadores viajó a Taiwán varios meses antes y no tuvo ningún impacto. “¿Alguien hizo un escándalo?” ella preguntó.
“Fue bipartidista, fue de alto poder, incluido el presidente del Comité de Relaciones Exteriores, nadie dijo una palabra”, dijo. “Si pueden ignorar un viaje de cinco senadores de manera bipartidista, ¿por qué iban a decidir sobre mi viaje, que sería diferente… Hay algo mal con esta imagen”.
La oradora dijo que el presidente chino, Xi Jinping, “tiene sus propias inseguridades” y que no le permitirá controlar la agenda de los miembros del Congreso. En una entrevista separada el martes en “Morning Joe” de MSNBC, Pelosi dijo que Xi está “en un lugar frágil”.
“Tiene problemas con su economía. Está actuando como un matón asustado”, dijo, y agregó que Xi está enfocado en ser reelegido.
China denunció de inmediato la visita de Pelosi a Taiwán, una isla autónoma que Beijing reclama como parte de su territorio, y anunció que lanzaría “una serie de acciones militares específicas como contramedidas” para “defender resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial”.
China ha dicho que la visita de Pelosi violó la “política de una sola China”, que es la afirmación de Beijing de ser el único gobierno tanto de China continental como de Taiwán.
Estados Unidos ha cumplido durante mucho tiempo con la política, lo que significa que no tiene relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán, pero mantiene una embajada no oficial en la isla.