La escuela primaria local en Ingram, Texas, se convirtió el sábado por la mañana de un centro de reunificación para familias que esperaban noticias de niños y seres queridos desaparecidos a un centro de donaciones para reemplazar lo que se pueda restaurar.
Los voluntarios locales hicieron rodar carros de cafetería y de plataforma hasta la parte trasera de los automóviles que llegaban con baúles llenos de comida, mantas, ropa y paquetes de agua embotellada.
Los donantes llegaron de pueblos cercanos y otras partes de Hill Country y el centro de Texas a comunidades del sur de Texas, como La Vernia. En el aula de música de la escuela primaria, Jodi Carpenter ayudó a organizar, separar, colgar y embolsar la ropa.
Carpenter dijo que no pudo estar en casa tras ver la devastación. Había ayudado a buscar al hijo desaparecido de una familia que escapó de la casa en un rancho donde cuidaban abriéndole un agujero en el techo. Pero no encontraron a su hijo en su cabaña.
También conocía a Jane Ragsdale, copropietaria y directora del campamento de verano Heart O’ The Hills, quien, según se informa, murió en la inundación.
“Estoy en una pesadilla de la que no puedo despertar”, dijo Carpenter.
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