El presidente ha estado revirtiendo muchas de las acciones ejecutivas tomadas por su predecesor desde su primer día en el cargo.
El presidente Joe Biden revocó el viernes una serie de controvertidas órdenes ejecutivas emitidas por la administración Trump, anulando las decisiones de su predecesor en áreas que van desde la protección de monumentos hasta las restricciones de inmigración.
Biden revocó una medida emitida por el ex presidente Donald Trump luego de las protestas de Black Lives Matter que instruyó a las autoridades federales encargadas de hacer cumplir la ley para enjuiciar a las personas que destrozaron monumentos federales y retener los fondos de los gobiernos locales que no impidieron la destrucción de sus estatuas. También puso fin a otra de las iniciativas de los monumentos de Trump, poniendo fin a un plan para crear un Jardín Nacional de los Héroes Americanos que el expresidente había dicho que serviría como un salón de la fama estatuaria.
Trump se basó en gran medida en el uso de órdenes ejecutivas para promover elementos de su agenda para los cuales no pudo obtener el apoyo del Congreso. Las órdenes, que a menudo enfrentaban desafíos legales, también ayudaron a apaciguar a los partidarios de Trump que buscaban acciones sobre los problemas de la guerra cultural. Biden ha estado revirtiendo muchas de esas acciones desde su primer día en el cargo.
Biden también retiró el viernes una orden ejecutiva de Trump destinada a bloquear la entrada de inmigrantes a Estados Unidos que se consideraba una “carga financiera” para el sistema de atención médica.
“Mi Administración está comprometida a expandir el acceso a una atención médica asequible y de calidad”, dijo Biden en un comunicado revocando la orden. “Podemos lograr ese objetivo, sin embargo, sin prohibir la entrada de no ciudadanos que buscan inmigrar legalmente a este país pero que carecen de medios económicos significativos o no han comprado cobertura de seguro médico de una lista restrictiva de planes calificados”.
Otra orden revocada por Biden el viernes estaba destinada a ser utilizada por la administración Trump para cambiar una ley conocida como Sección 230 que impedía que las empresas de tecnología fueran consideradas responsables por el contenido compartido por los usuarios en sus sitios. La directiva amenazaba con tener consecuencias de gran alcance para la industria tecnológica.