El presidente de Estados Unidos comentó que desde hace una semana y media toma “una pastilla por día” como medida preventiva. “Creo que es bueno. He oído muchas buenas historias”, aseguró
Donald Trump, quien desde un comienzo ha defendido el uso de hidroxicloroquina para tratar a pacientes con coronavirus, dijo este lunes que está tomando la droga como prevención ante el COVID-19.
El presidente de Estados Unidos dijo en contacto con los medios con que empezó a tomarla “hace una semana y media”, con la aprobación de su médico personal. “Creo que es bueno. He oído muchas buenas historias”, señaló el mandatario. “Tomo una pastilla todos los días”, agregó, y sostuvo que también toma zinc como medida preventiva.
“Muchas cosas buenas han salido de la hidroxicloroquina. Han salido muchas cosas buenas. Te sorprendería saber cuánta gente la está tomando”, resumió en su contacto con la prensa desde la Casa Blanca.
Días atrás, la Agencia de Medicamentos y Alimentación (FDA, por sus siglas en inglés) se manifestó en contra del uso de la hidroxicloroquina o cloroquina para COVID-19 “fuera del entorno hospitalario o de un ensayo clínico debido al riesgo de problemas de ritmo cardíaco”.
La hidroxicloroquina, un tratamiento que ha provocado cruces de opiniones entre especialistas y diversos países, no parece ser eficaz contra la COVID-19 en pacientes graves ni leves, según dos estudios publicados el pasado viernes.
El primero de ellos, realizado por investigadores franceses, concluye que este derivado de la cloroquina, útil en el tratamiento de la malaria (paludismo), no reduce significativamente el riesgo de ingreso en reanimación o de muerte en pacientes hospitalizados con una neumonía provocada por la COVID-19.Donald Trump compareció este lunes desde la Casa Blanca (REUTERS/Leah Millis)
Según el segundo, llevado a cabo por un equipo chino, la hidroxicloroquina no elimina el virus más rápido que los tratamientos estándar en pacientes hospitalizados con una forma “ligera” o “moderada” de la enfermedad. Además los efectos secundarios son más importantes.
“Considerados en su conjunto, estos resultados no apoyan el uso de la hidroxicloroquina como tratamiento de rutina para pacientes con COVID-19”, señala en un comunicado la revista médica británica BMJ, que publica ambos estudios.
El primero se basó en 181 pacientes adultos hospitalizados con neumonía provocada por la COVID-19, que obligó a administrarles oxígeno. Un total de 84 recibieron hidroxicloroquina a diario menos de dos días después de ser hospitalizados, al contrario de los otros 97.
“La hidroxicloroquina captó la atención mundial como tratamiento potencial para la COVID-19 debido a resultados positivos de pequeños estudios. Sin embargo, los de este estudio no respaldan su uso en pacientes hospitalizados con COVID-19 que necesitan oxígeno”, concluyen los investigadores de varios hospitales de la región de París.
La hidroxicloroquina se usa para tratar enfermedades autoinmunes, como el lupus y la artritis reumatoide, y cuenta con fervientes partidarios.
El científico francés Didier Raoult promueve el uso de este medicamento en pacientes al comienzo de la enfermedad, junto con un antibiótico, la azitromicina. Trump también ha abogado por su uso desde el inicio de la pandemia.La hidroxicloroquina se usa para tratar enfermedades autoinmunes, como el lupus y la artritis reumatoide (AP Photo/John Locher)
En Brasil, por su parte, el pasado mes de abril detuvieron un ensayo con esa droga antes de tiempo tras la muerte de 11 pacientes.
En el estudio, que fue patrocinado por el estado brasileño y sus resultados preliminares fueron publicados en el portal científico medRxiv, participaron 81 pacientes hospitalizados en la ciudad de Manaos. Cerca de la mitad de las personas sometidas al tratamiento recibieron una dosis de 450 miligramos de cloroquina dos veces al día durante cinco días. Al resto, en tanto, se les prescribió una dosis mayor de 600 miligramos durante 10 días.
A los tres días, los científicos comenzaron a notar arritmias cardíacas en los pacientes que tomaban la dosis más alta. Al sexto día de ensayo, 11 pacientes murieron, lo que llevó a los investigadores a terminar inmediatamente las pruebas.
Trump remarcó que toma la hidroxicloroquina pese a haber dado negativo cada uno de los tests que se le realizó. El presidente y sus funcionarios más cercanos son sometidos semanalmente a las pruebas de diagnóstico del laboratorio Abbott, que entrega los resultados en 15 minutos.
En las últimas semanas en la Casa Blanca extremaron las medidas de prevención luego de que se reportaran algunos casos de coronavirus. Uno de los casos se trató de un miembro de los militares que trabaja en el campus de la Casa Blanca, cuya identidad no fue revelada. Katie Miller, secretaria de prensa del vicepresidente Mike Pence, también contrajo COVID-19. Esta situación provocó que varios funcionarios entraran en cuarentena.
En otro pasaje de su contacto con los medios, Trump volvió a apuntar contra la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que acusó de ser “una marioneta de China”, reiterando sus críticas sobre la gestión de esa agencia de la ONU de la pandemia de coronavirus. “No estoy contento con la Organización Mundial de la Salud”, declaró el presidente norteamericano. Respecto al futuro de la contribución financiera de Washington a la OMS, cuya suspensión anunció a mediados de abril, no dio detalles: “Vamos a tomar una decisión pronto”.