El Servicio Nacional de Salud (SNS) informó este domingo que Rafael Camilo García Santos cesa en sus funciones como director interino del Hospital Docente Francisco Moscoso Puello.
El director del SNS, Mario Lama, explicó que la acción es parte del proceso de fortalecimiento de los servicios que desarrolla la institución en los centros de la Red Pública de Servicios de Salud para garantizar que los usuarios reciban atención oportuna y de calidad.
García Santos dirigía de manera interina el referido establecimiento de salud desde el pasado 28 de junio, cuando fue posicionado por Edisson Féliz, director del Servicio Regional de Salud Metropolitano (SRSM).
El SNS, a través de un comunicado, precisó que próximamente se dará a conocer quien asumirá las funciones de director del importante hospital capitalino.
Reclamos
El pasado martes, la Asociación Nacional de Enfermería (Asonaen) paralizó los servicios en el Hospital Moscoso Puello, en reclamo de que se suministre al centro de salud porque ahora carece de alimentos e insumos para los pacientes.
“En el Hospital Moscoso Puello estamos en una grave situación y es que aquí tanto los pacientes como las enfermeras no se están alimentando”, expresó en aquél día Miriam Félix, vicepresidenta de Asonaen.
Según Félix, el menú que ofrece el hospital va desde arroz blanco con maíz y un poco de zanahoria o tayota, sin “nada de carne”, hasta pan vacío con agua hervida y dos hojas de guanábana.
Las enfermeras afirman que además de la precariedad de la comida, enfrentan una grave escasez de insumos que les imposibilitan realizar sus servicios.
“Esto aquí está caótico, cada día más caótico, porque parece que las autoridades de este hospital no tienen una buena gerencia para distribuir el monto”, dijo Félix.
Respuesta del exdirector interino
Tras los reclamos de Asonaen, García Santos aseguró que las denuncias de desabasto de insumos y alimentos en el hospital no son ciertas, afirmando que las entregas se mantienen constantes, pero que hay servidores que están diciendo a los pacientes que no hay y los mandan a comprar fuera con los fines de provocar una crisis.
Asimismo, afirmó que manifestaciones como las de las enfermeras ocurren porque hay personas que “no le gustan los controles y que se benefician del caos”.
Como ejemplo aseveró que, además de los pacientes, diariamente almuerzan en el hospital 830 empleados de las áreas médicas y administrativas que no les corresponde recibir ese servicio, lo que implica un gasto que supera los 50 millones de pesos al año, lo cual es insostenible para cualquier institución.