La cifra de decesos asciende a 34.021 y supera a los 33.689 de Italia. La cantidad de casos positivos, en tanto, es de 614.941
Las elevadas cifras de casos y muertos se producen en momentos en que varios Gobiernos regionales y municipales de Brasil pusieron en marcha esta semana procesos graduales de desescalada de las medidas de paralización económica y comenzaron a flexibilizar las orientaciones de distanciamiento social.
Entre los estados que iniciaron procesos de flexibilización de las medidas restrictivas destaca Sao Paulo, el más poblado de Brasil, con 46 millones de los 210 millones de habitantes del país; el más rico e igualmente el más afectado por el COVID-19.
Para el presidente Jair Bolsonaro, que perdió sus dos últimos ministros de Salud por divergencias sobre la estrategia frente al COVID-19, más de la mitad de la población contraerá la enfermedad independiente de las medidas de aislamiento que se adopten por lo que su prioridad es evitar que la crisis económica pueda provocar un número superior de muertes.
El número récord de muertes en Brasil coincidió con la alerta hecha esta semana por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la preocupante evolución de la pandemia en Suramérica y Centroamérica, regiones en los que el ritmo de aumento diario de casos se sigue acelerando.
El director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, dijo que resulta inquietante la intensidad con la que el virus SARS-CoV-2 se está transmitiendo en el conjunto de la sociedad latinoamericana, muy en particular en Brasil y Perú. “Cuando esto ocurre es muy difícil extirparlo de raíz. Se requiere una estrategia integral, no solo medidas sociales, sino una comunidad empoderada y una sólida coordinación gubernamental”, opinó.
La Cruz Roja, preocupada
Brasil es una de las principales preocupaciones de la Cruz Roja, porque a causa de la pandemia “mucha gente muere y nada indica que la curva se reducirá” dijo el presidente de la Federación internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), Francesco Roca.
En Brasil ninguna política fue aplicada a nivel nacional y las medidas de contención de la pandemia fueron en general menos estrictas que en la mayoría de los países europeos.
Roca consideró también que los países occidentales parecen más afectados por los problemas de salud mental relacionados con la epidemia. En unas semanas, muchas personas quedaron en la pobreza, obligadas a pedir ayuda para sobrevivir. “Eso tiene un fuerte impacto”, declaró.