Los investigadores del Instituto Pasteur explicaron que el hallazgo permite estudiar el funcionamiento del virus y desarrollar estrategias terapéuticas
Los investigadores del Instituto Pasteur de París han logrado aislar y cultivar cepas del nuevo coronavirus. “Se ha hecho posible toda una gama de investigaciones” al dar este paso, explicó en una conferencia de prensa Arnaud Fontanet, director del Departamento de Salud Global del Instituto Pasteur. Es “un gran avance” en la búsqueda de una vacuna y un tratamiento.
“Este es un virus muy difícil de aislar. Los chinos han logrado aislar una cepa, un equipo australiano lo hizo esta semana y somos los primeros en Europa”, agregó.
Los investigadores utilizaron muestras tomadas de los primeros casos confirmados de coronavirus en Francia el viernes 24 de enero, que inocularon en células ya conocidas para permitir la multiplicación de otros coronavirus cercanos. Algunas muestras no dieron nada, pero en dos muestras del mismo paciente, “del lunes”, se destruyó buena parte de las células, “lo que sugiere la presencia del virus”, lo que luego fue confirmado por el análisis, explicó Sylvie van der Werf, directora del centro nacional de referencia de virus respiratorios del Instituto Pasteur.
El cultivo de este nuevo virus, que apareció en diciembre en la ciudad de Wuhan en el centro de China, lo hace “ahora disponible para la investigación”, explica la organización de investigación.
En particular, será posible probar la eficacia de las “moléculas antivirales conocidas” y modificarlas “con el fin de proponer una vacuna candidata” o estudiar su funcionamiento para “identificar los talones de Aquiles que permitirían desarrollar estrategias terapéuticas” y así desarrollar nuevos tratamientos.
El análisis de los anticuerpos presentes en los pacientes infectados por el virus también permitirá “desarrollar una prueba serológica adecuada para la detección de la infección” a mayor escala.
A diferencia de la prueba de diagnóstico rápido, que busca directamente el virus y no los anticuerpos, esta prueba serológica es importante “a largo plazo”, según Sylvie van der Werf. Permitirá conocer “entre las personas que han estado en contacto” con el virus, “qué proporción podría haberse infectado sin desarrollar síntomas”, lo que dará “datos más precisos sobre la capacidad de transmisión de este virus”.
Emergencia de salud pública
El virus ya ha alcanzado a más de una veintena de países, incluyendo España, el Reino Unido, Rusia y Suecia, mientras que África y América del Sur parecían de momento exentas de la epidemia, que se cobró la vida de 259 personas en China.
En España, se confirmó el primer caso el viernes. El infectado es un turista alemán que está en la isla canaria de La Gomera (sur) y se contagió de un compatriota suyo en Alemania, con el que tuvo un “contacto estrecho”, informó el ministerio de Sanidad español. La persona afectada está bien, no presenta síntomas, “está aislada y recibiendo la atención médica necesaria”, señaló el ministro Salvador Illa.
También aumentó el número de personas infectadas en China, donde ya llegan a 11.791 afectados, después de que el viernes se diagnosticaran 2.100 nuevos casos, anunció el sábado la Comisión Nacional de Salud.
Ante la gravedad de la situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió el jueves declarar la epidemia “emergencia de salud pública de alcance internacional”.
Un buen número de países enviaron aviones a la zona en la que surgió el brote para repatriar a sus ciudadanos, otros optaron además por cerrar sus fronteras e imponer restricciones a la circulación.
Washington ordenó medidas excepcionales para cerrar sus fronteras o para imponer la cuarentena a los viajeros procedentes de China, sobre todo del epicentro de la epidemia, la ciudad de Wuhan (centro) y su provincia, Hubei, sean o no estadounidenses. A partir del domingo a las 22H00 GMT, las autoridades prohibirán la entrada a su territorio a todas las personas no estadounidenses que hayan estado en China en las últimas dos semanas, decretó el secretario de Salud, Alex Azar. A los estadounidenses que hayan visitado Hubei en las dos semanas anteriores se les impondrá una cuarentena de hasta 14 días.