El total de positivos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia se sitúa en 597.583, con 10.930 fallecimientos a causa de la enfermedad
Alemania registró 19.990 nuevos casos positivos de COVID-19 en las últimas 24 horas, cifra máxima diaria desde el inicio de la pandemia, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología.
Además, en la jornada de ayer las autoridades informaron 118 muertes. De esta manera, el total de casos positivos se sitúa en 597.583, con 10.930 fallecimientos a causa de la enfermedad. Mientras que alrededor de 391.600 personas se han recuperado del coronavirus.
En el conjunto de Alemania, la incidencia se situaba ayer en 125,8 casos por cada 100.000 habitantes en siete días, según el informe diario del RKI difundido por la tarde europea.
Por otra parte, el porcentaje de positivos de todos los test realizados en la semana del 26 de octubre al 1 de noviembre se ha multiplicado por diez respecto a la del 24 al 30 de agosto, cuando nuevamente comenzaron a aumentar los casos sobre finales del verano.
Así, la semana pasada, de los 1.567.083 test realizados por 191 laboratorios, 113.822 -el 7,26 %- dieron positivo, mientras que en la semana del 24 de agosto, de 1.120.883 pruebas, 8.323 – el 0,74%- fueron positivas de COVID-19.
En tanto, la cifra de pacientes con coronavirus en las unidades de cuidados intensivos asciende a 2.546, de los cuales 1.349 reciben respiración asistida, según datos de la Asociación Interdisciplinar Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Urgencia (DIVI) actualizados ayer.REUTERS/Fabrizio Bensch
El factor de reproducción (R) que toma en consideración las infecciones en un intervalo de siete días respecto a los siete anteriores, y que refleja la evolución de contagios de hace 8 a 16 días, se sitúa en 0,92, según el RKI.
Un valor por debajo de 1 implica que un individuo no necesariamente contagia a otro.
Alemania no decretó un nuevo confinamiento para contener el avance de la pandemia, como hicieron Francia y Reino Unido, pero sí impuso fuertes restricciones a la vida pública y la actividad económica. Desde el lunes pasado, bares y restaurantes permanecen cerrados, mientras que también fueron prohibidas las actividades de ocio, toda oferta cultural y el deporte aficionado en espacios cerrados.Bar cerrado en Leipzig. REUTERS/Annegret Hilse
Además, fueron estrictamente prohibidos los desplazamientos turísticos nacionales y se limitó al mínimo los contactos sociales: las reuniones sólo pueden ser de un máximo de 10 personas de dos hogares distintos.
Todas las competiciones deportivas profesionales continúan en actividad a puertas cerradas, mientras que los colegios permanecerán abiertos hasta tanto la situación lo permita.
“Debemos encontrar una vía para garantizar la salud pública y no llegar a una situación de emergencia nacional”, manifestó la canciller de Alemania, Angela Merkel, la semana pasada para justificar su decisión.