El principal sospechoso del ataque es uno de los vigilante de la primaria
Al menos 39 personas, en su mayoría alumnos, fueron heridas a puñaladas en una escuela primaria de Cangwu, al sur de China, anunciaron las autoridades locales.
“Treinta y siete alumnos resultaron heridos leves y dos adultos sufrieron heridas más graves. Todos han sido hospitalizados y su vida no corre peligro”, precisó la fuente.
El ataque tuvo lugar a las 08H30 locales (00H30 GMT) en un vecindario de la ciudad de Cangwu, en la región autónoma de Guangxi, indicaron las autoridades municipales en un comunicado publicado en internet.
El principal sospechoso del ataque sería un vigilante de la escuela, de unos 50 años de edad.
No es la primera vez que se produce un ataque de este tipo en una escuela en China. En enero de 2019, 20 niños resultaron heridos al recibir varios martillazos, en una escuela primaria de Pekín.
En noviembre de 2019, un joven de 20 años mató a un estudiante e hirió a otros nueve y dos profesores en una escuela técnica de Yunnan, una provincia del suroeste del país.
En enero de 2017, la región de Guangxi también fue escenario de un ataque similar, cuando un hombre hirió a 11 niños con un cuchillo de cocina en una escuela.
Del total de personas heridas, tres están en estado grave. Los heridos graves son un estudiante, un guardia y el director de la escuela.
Esto sucede mientras el país chino asegura estar superando la pandemia del coronovirus que se generó en su propio territorio a finales de 2019.
China comenzó a autorizar las clases presenciales a principio del mes de mayo. Los estudiantes de último año de las escuelas secundarias de Wuhan, ciudad china donde se originó la epidemia de covid-19, volvieron a clases con medidas que incluyen el uso mascarillas, detectores de temperatura y distanciamiento social.
Estudiantes de secundaria con mascarillas faciales en una clase en su primer día de regreso a la escuela tras el brote de coronavirus en Guiyang, provincia de Guizhou, China
Tras cuatro meses con los colegios cerrados por el Año Nuevo chino y luego el coronavirus, los alumnos regresaron con mascarillas y debieron pasar por cámaras infrarrojas para detectar posible fiebre.
Los alumnos se sientan en mesas individuales separadas un metro una de otra, de frente a sus profesores a los que ven por primera vez en carne y hueso desde enero, antes de la instauración de la cuarentena en Wuhan y su provincia, Hubei, en el centro de China.
El país asiático realizó pruebas de coronavirus a casi 10 millones de personas en poco más de dos semanas en Wuhan, la ciudad donde comenzó la pandemia, informaron el martes las autoridades, encontrando sólo unos pocos cientos de casos positivos.
Las autoridades chinas afirman haber controlado en gran medida el virus, pero los funcionarios de Wuhan, temerosos de una segunda ola de contaminaciones- lanzaron el programa después de que surgieran nuevas infecciones desde que la ciudad reabrió sus puertas en abril, tras dos meses de encierro.
Más de 9,8 millones de personas realizaron la prueba en esta ciudad de 11 millones de habitantes, entre el 14 de mayo y el 1 de junio, dijeron los funcionarios en una conferencia de prensa.
También agregaron que los 300 resultados positivos eran pacientes asintomáticos.
Los residentes hicieron cola por toda la ciudad en lugares improvisados, instalados bajo tiendas de campaña, en estacionamientos, parques y zonas residenciales.
Durante dicho período se realizaron medio millón de exámenes médicos por día.
Las personas asintomáticas no parecen haber infectado a otras personas, dijo Lu Zuxun, un experto en salud pública de la universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan en Huazhong.