Agentes federales estadounidenses y la Guardia Civil española registraban el lunes un yate propiedad de un oligarca ruso cerca de una isla mediterránea.
Las autoridades catearon el yate en la Marina Real del puerto de Palma de Mallorca, capital de las Islas Baleares, España. Periodistas de Associated Press en el lugar vieron a policías que entraban y salían del barco por la mañana.
Un vocero de la Guardia Civil confirmó que había agentes del cuerpo español y del FBI registrando el barco, y señaló que más tarde se publicarían más detalles. No estaba autorizado a dar su nombre en reportes en medios.
Un oficial de la Guardia Civil dijo a The Associated Press que el yate inmovilizado es el Tango, de 78 metros (254 pies) de eslora y con bandera de las Islas Cook. Superyatchfan.com, un sitio web especializado que sigue los barcos recreativos más grandes y exclusivos del mundo, estima su valor en 120 millones de dólares. El oficial tampoco estaba autorizado a dar su nombre y habló con AP bajo condición de anonimato.
El yate está entre los activos vinculados con Viktor Vekselberg, un multimillonario y estrecho aliado del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Dirige el Renova Group, un conglomerado con sede en Moscú que tiene intereses en metales, minería, tecnología y otros sectores, según documentos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Todos los activos de Vekselberg en Estados Unidos han sido congelados, y las compañías estadounidenses no pueden hacer negocios con él ni con sus organizaciones.
El empresario tiene lazos desde hace años con Estados Unidos, donde tuvo permiso de residencia permanente y viviendas en Nueva York y Connecticut. El magnate, nacido en Ucrania, construyó su fortuna en los sectores del aluminio y el petróleo tras la caída de la Unión Soviética.
Vekselberg también fue interrogado en la pesquisa del investigador especial Robert Mueller sobre las interferencias rusas en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, y ha trabajado de cerca con su primo estadounidense, Andrew Intrater, que dirige la firma de inversiones Columbus Nova, con sede en Nueva York.
Vekselberg e Intrater se convirtieron en personas de interés en la investigación de Mueller, después de que el abogado de la estrella de cine para adultos Stormy Daniels publicara un documento según el cual un pago de 500.000 dólares para que la actriz no hablara con la prensa se gestionó a través de Columbus Nova y a una empresa tapadera creada por el abogado personal de Donald Trump, Michael Cohen. Columbus Nova negó que Vekselberg hubiera jugado ningún papel en pagos a Cohen.
Vekselberg e Intrater se reunieron con Cohen en la Trump Tower, una de varias reuniones entre miembros del círculo interno de Trump y rusos influyentes durante la campaña y la transición de 2016.
El magnate de 64 años fundó Renova Group hace más de tres décadas. El grupo tiene la participación mayoritaria de United Co. Rusal, el mayor productor ruso de aluminio, entre otras inversiones.
Estados Unidos sancionó a Vekselberg por primera vez en 2018 y de nuevo en marzo de este año, poco después de que comenzara la invasión de Ucrania. Vekselberg también ha sido sancionado por las autoridades británicas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos y el Departamento del Tesoro han iniciado procesos sancionadores para “confiscar y congelar” grandes embarcaciones y otros activos valiosos de la élite rusa después de que Rusia invadiera Ucrania a finales de febrero.
La Casa Blanca ha señalado que muchos países aliados, como Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia, entre otros, trabajan para reunir y compartir información sobre rusos sancionados. En su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió a los oligarcas que Estados Unidos y sus aliados europeos “encontraremos y confiscaremos sus yates, sus apartamentos de lujo, sus aviones privados”.
“Vamos a por sus ganancias ilícitas”, dijo.